Hay que ponerle freno a la debacle

El equipo de Machetti visita a Lanús

Sucedieron tantas cosas en Newell's que el partido ante Lanús pasó casi desapercibido. En una semana presentó la renuncia Nery Pumpido, asumió interinamente José Machetti, la dirigencia rojinegra demoró la elección del nuevo DT y recién después apareció con algo de fuerza el choque contra los granates.

Agregar algo más sobre las obligaciones de Newell's es una redundancia. Las cartas hace rato que están echadas. Si no fuera así Pumpido seguiría siendo el conductor y el equipo no cargaría con la cruz de 13 partidos sin victorias. Una seguidilla que empujó a Nery a dar un paso al costado, justo en el momento en que el equipo había dado ciertas respuestas futbolísticas ante River.

Pero eso ya es historia. La vacante fue ocupada en forma transitoria por José Machetti. El interino entrenador proyectó el partido de hoy como la gran chance de demostrar sus condiciones. Metió mano con autoridad, probó variantes en los ensayos y mostró que su intención, al menos en la elección de Mainguyague y Pérez, es tomar distancia del trabajo de su antecesor.

Tener a Lanús como rival es una piedra en el zapato para cualquiera de los dos ciclos. Lo hubiera sido para Pumpido y lo es para Machetti. Lo más importante es ponerle freno a la debacle. La línea de pensamiento debe ser clara: si no se puede ganar, el empate no es descartable. Esta realidad le cabe tanto para recibir al nuevo DT como para despedir a Machetti.