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domingo,
25 de
febrero de
2007 |
Gallego, el sueño vigente de López
Luis Alberto Yorlano
No se recuerda en la ciudad un fracaso tan rotundo de un técnico como el que vivió Newell's bajo la dirección de Nery Pumpido. Estuvo sin ganar trece fechas, sus estrategias no fueron entendidas por los jugadores y siempre buscó salvarse culpando al que tenía a tiro. Pero el carnaval terminó. Ahora, hay que buscar reemplazante. ¿Alguien puede hacer las cosas peor que él? Seguro que no. Pero, cuidado con el descenso. El panorama está complicado. Hablaron con Carlos Ramacciotti, que, de acuerdo a trascendidos habría arreglado con los allegados a la barra, pero cuando quiso cobrar por adelantado el presidente lo echó. Por lo difícil de la situación, lo lógico sería tener respuestas en los jugadores. Hacerlos responsables también de tantas fechas sin ganar.
Es cierto que su función la debe marcar el técnico, pero ellos deben saber qué hacer cuando la mano viene cambiada. Los jugadores suelen estar en la cómoda. Cuando ganan, se llevan los laureles, y cuando pierden, la culpa es de los técnicos. ¿No llegó la hora de responsabilizarlos por las derrotas? Si muchas veces los jugadores son los técnicos en la cancha, por qué no se juntan con los directivos para encontrar la salida. Seguro que al hacerlos partícipes, cuando no aparezcan los resultados dejarían todo en la cancha.
Hasta hoy siguen apareciendo nombres para suceder a Pumpido. Algunos tienen asidero, otros los promueven algunos representantes. La prensa los anuncia y, como siempre, se forma una lista interminable, que cuando comparan estilos de juego no tienen nada ver uno con otro.
Los hinchas, en tanto, están muy desorientados y preocupados. No quieren que ocurra lo mismo que con Pumpido, que cuando alguien estaba disconforme con el DT, aparecía gente de la barra y les pegaba. En este aspecto, la Justicia debería actuar de oficio, a los efectos de dilucidar que relación había entre el DT y los barras.
Ahora Pumpido ya no está y José Machetti dice que le gustaría quedarse. Suena fuerte el nombre de Pablo Marini, ayudante de Gallego en Toluca de México y también colaborador en el título del 2004. La idea de López sería traerlo para que le haga el aguante a Gallego, que tendría intenciones de volver al país, por lo que podría llegar al Parque en junio. Es decir, habría una etapa de transición con Marini en el cargo, con estrecha colaboración de Gallego. La jugada no es fácil. Si el presupuesto anual de Toluca es de 32 millones de dólares, el sueldo del Tolo debe ser millonario. Pero en Newell's entienden que todo lo que se gaste para permanecer en primera es barato. Y están convencidos, que si tuvo la capacidad de sacarlo campeón, mucho mas fácil sería salvarlo del descenso. l
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