Año CXXXVII Nº 49394
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 18/02
Mujer 18/02
Economía 18/02
Señales 18/02
Educación 17/02
Autos 28/12
Estilo 16/12

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 25 de febrero de 2007  
Pilas botón, peligros a mano de los más chicos

Las pilas botón se encuentran en agendas digitales, en relojes, en audífonos, en termómetros, en casi todos los dispositivos de uso cotidiano que tengan láser, en linternas, reproductores de música por MP3, controles remotos, en las placas de las computadoras, en alarmas, llaveros musicales y, lo que requiere más cuidado, en una amplísima gama de juguetes, especialmente cuando se trata de artefactos electrónicos pequeños que generan sonidos, luces o movimientos.

Los chicos suelen sentirse atraídos por su superficie lisa y brillante, y son físicamente hábiles para encontrarlas y extraerlas de donde estén y para desarmar los juguetes y demás aparatos electrónicos, tal vez queriendo descubrir cómo funcionan. Y así corren el riesgo de tragárselas, o de introducírselas en el oído y en la nariz. De estos últimos casos, los peores han derivado en perforaciones de tímpano con la consecuente lesión auditiva o del tabique nasal.

El doctor Eduardo Scarlato, jefe de la División de Toxicología del Hospital de Clínicas José de San Martín y docente de la Universidad de Buenos Aires, aclaró que “cualquier batería puede producir daño”, y si bien “no podemos dejar de usarlas porque están presentes en todo, es cuestión de ver cuán accesibles son a los más chicos”.


Por qué son peligrosas
La tendencia de los más chicos a investigar es tan natural como la de experimentar sobre el mundo que los rodea metiéndose pequeños objetos en la boca, en la nariz o en las orejas. Por eso son tan frecuentes los accidentes por introducción de cuerpos extraños en los niños que atraviesan las primeras etapas de su desarrollo.

Los objetos extraños pueden causar daño por obstrucción, como puede hacerlo por ejemplo un maní si se introduce por las vías respiratorias. Por eso se desaconseja totalmente que los más chicos coman alimentos en los que esos sólidos pequeños (maníes, aceitunas, frutas con pequeños carozos o grandes semillas) conserven su forma y puedan causar una obstrucción fatal al ser ingeridos (a las frutas se les debe quitar el carozo o triturar el maní).

Los objetos extraños también pueden generar peligro de compresiones, lesiones, o de toxicidad. El caso de las pilas pequeñas, tipo botón, tiene un doble riesgo, porque pueden producir obstrucciones de las vías respiratorias, pero además contienen elementos potencialmente muy tóxicos, como cadmio, mercurio y litio. De modo que resultan ser los que mayor probabilidad tienen de causar severas complicaciones a los chicos.

Por tal motivo, los especialistas de las áreas de Otorrinolaringología, Pediatría y Toxicología del Clínicas José de San Martín creyeron necesario advertir sobre su grado particular de riesgo. A diferencia de otros elementos que el niño puede introducir en su cuerpo, señalan, “las pilas botón son particularmente difíciles de extraer debido a su tamaño”. Y aseguraron que en los últimos cinco años se han incrementado las lesiones en niños por la introducción de estos elementos.

Con las técnicas apropiadas, los médicos de guardia suelen extraer en seguida los objetos extraños, pero la forma de estas pilas hace que en su caso no sea tan fácil. Tampoco deben desdeñarse los posibles peligros eléctricos, ya que si bien la carga que puede suministrar una pila es mínima, en el contexto de los fluidos corporales se puede magnificar.

Por otra parte, agrega Scarlato, las pilas liberan en el tracto digestivo hidróxido de sodio y de potasio, que son sustancias de acción cáustica. Y si su fabricación es defectuosa, se corre incluso el riesgo de que se liberen los componentes más tóxicos, contenidos en su interior.

La peligrosidad dependerá también del tamaño de la pila y de la edad del niño. Normalmente los médicos que lo están tratando siguen el trayecto del elemento extraño por el interior del cuerpo, y evalúan las posibilidades de que quede estancado, de que produzca lesiones, o de que salga normalmente despedido con la materia fecal sin que la situación pase a mayores.


Cómo darse cuenta
¿Cuáles son las señales de que un niño se ha tragado una de estas pilas? Los síntomas que genera son variados, aunque hay quienes no los presentan. Algunos pueden tener signos inespecíficos tales como dolor, tos, vómitos, cólicos, irritabilidad o fiebre. A su vez, la presencia de un cuerpo extraño puede detectarse si el niño tiene dificultad para respirar o tragar y sangrado nasal.

“No hay que minimizar este tipo de accidentes, por más que el chico esté bien y no tenga síntomas”, advierte el doctor Scarlato. El niño debe ser llevado inmediatamente a un servicio de guardia, preferentemente especializado en toxicología o gastroenterología. “Incluso, si el médico que lo trata no tiene experiencia, debe hacer la derivación, ya que existen protocolos de trabajo especiales” que dicen qué hacer y qué no hacer ante este tipo de accidentes.

Las recomendaciones posibles que hacen en el Hospital de Clínicas José de San Martín a la hora de evitar accidentes con las pilas botón son:

  • Desechar las pilas usadas inmediatamente tras la extracción del aparato, y arrojarlas a un sitio donde no puedan ser recuperadas por los niños.

  • Guardar las pilas de recambio o nuevas en sitios inaccesibles.

  • Nunca deben guardarse las pilas en cajas de medicamentos.

  • Evitar la costumbre de comprobar con la punta de la lengua si la pila está cargada, ya que son escurridizas y fáciles de ingerir de forma involuntaria.

  • En caso de ingestión, los padres no deben intentar una extracción manual.

  • No se debe inducir el vómito ni administrar ningún medicamento si alguien se ha tragado una de estas pilas.



    Marcelo Rodríguez


    enviar nota por e-mail
  • contacto
    Búsqueda avanzada Archivo


    Ampliar FotoFotos
    Ampliar Foto




      La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados