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domingo,
25 de
febrero de
2007 |
Líquidos: un aporte para la vida
Si bien el ser humano puede subsistir durante largo tiempo sin alimento, sólo logra vivir sin agua durante algunos días. Del 50 al 75 % del cuerpo está constituido por agua, y aun sin realizar ningún ejercicio físico se pierde diariamente. El agua es útil para las funciones del organismo, y para mantenerlas es necesario ingerir líquidos regularmente a lo largo del día, lo que no significa solamente beber agua de la canilla o mineral sino que la leche, infusiones, las sopas, el mate, los helados, la gelatina y los jugos también son aportes de líquidos como las frutas y las verduras. El primer llamado de atención de nuestro cuerpo ante la falta de agua es la sed. Si no se toma agua aparece sequedad bucal y concentración de la orina (nuestros riñones “ahorran” agua), también puede ocasionar dolor de cabeza y falta de concentración. Si para estas instancias aún no se incorpó líquidos, los próximos síntomas pueden ser nauseas, taquicardias, y calambres musculares. Los niños que son amamantados no necesitan un aporte de líquido extra durante los primeros meses de vida. De todas maneras, se debe estar atento pues en los lactantes, la fiebre, los vómitos y la diarrea pueden deshidratarlos. Los bebés que han comenzado a comer deben tomar agua regularmente. Una persona adulta necesita ingerir aproximadamente dos litros por día.
Deportistas: su consumo es importante antes, durante y después de la actividad física. En lo posible tomar sorbos cada 20 minutos durante la actividad.
Personas mayores: en esta edad se pierde la sensación de sed, los riñones no pueden “ahorrar” agua como antes, los medicamentos o enfermedades pueden provocar pérdidas de líquidos, por eso es fundamental alentar a las personas mayores a tomar agua.
Natalia Richard
Licenciada en nutrición
[email protected]
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