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 domingo, 25 de febrero de 2007  
Postales renacentistas en un espacio infantil

Belén Traversaro / La Capital

El Jardín de los Niños invita a una caminata por las calles de la ciudad de Florencia en el siglo XVI. En esa época se estaba gestando una revolución estético-cultural que iba a modificar la historia humana y el nombre que se le da al fenómeno es el Renacimiento. El mundo medieval se hacía añicos y surgía una visión donde el hombre pasaría a ser el centro de la escena. Uno de los protagonistas de este momento es el genial Leonardo Da Vinci y sus pasiones son recreadas a través de una obra teatral en el espacio recreativo del parque Independencia. Una original propuesta que el público adulto podrá disfrutar a partir de pasado mañana en una de las seis funciones que se ofrecen.

"No existirá el tiempo pasado, presente o futuro, sino sólo las pasiones que marcaron en la vida de un hombre a todos los hombres", dice Georgio Vasari. El personaje interpretado por Arturo Gimelli acompaña al público durante la recorrida por la vida de Da Vinci, de la misma manera que lo hace el músico Juan Carlos Migliaro con su guitarra. También da la bienvenida un niño personificado por Mauricio Aguerreberry.

Por el sendero del Jardín se inicia la caminata por las calles florentinas hacia el taller del personaje principal. Allí aparece en escena la figura esperada: Leonardo Da Vinci, interpretado por Piero Arsanto, quien se encuentra con Lisa Gherardini "La Gioconda" (Andrea López Mediza) para retratarla en su lienzo. Cada uno de los personajes tiene trajes de la época ideados por Ramiro Zorrequieta.

La belleza de la mujer cautiva a Da Vinci y "los silencios se llenan de miradas", dice Vasari e invita a seguir la caminata. Era el año 1504 y Da Vinci repartía su tiempo entre la pintura y sus estudios sobre el vuelo. Soñaba con que el hombre pudiera imitar a los pájaros. Es ahí cuando aparece en escena el joven Zoroastro (Federico Cuenca) e intenta volar con una máquina creada por Leonardo, pero no lo consigue. Así deja al descubierto que la maquinaria debía ser mejorada.


La máquina de volar
Como el Jardín dispone de un territorio de la invención cuya figura central es Da Vinci su escenografía se adapta perfectamente al relato de la historia La primera escena de la obra teatral se realiza en la instalación que recrea un taller florentino donde se exponen las pesquisas del genial inventor

Y la siguiente transcurre en el sector donde está la máquina de volar, uno de los mayores atractivos que ofrece el espacio para los chicos. Pero que, mediante esta propuesta, también puede ser aprovechado por los jóvenes y adultos.

Luego de un diálogo que mantienen Zoroastro y Salai (Lucía Cerfoglio) con Da Vinci acerca de las posibilidades que tiene el hombre de volar, se pasa a retratar otra de las pasiones de Leonardo, quizás la menos conocida: la cocina.


Un toque de humor
La obra Velada renacentista Un paseo por las pasiones de Leonardo Da Vinci que en un principio se pone solemne luego va incorporando toques de humor que despiertan risas en el público La gente estalla en carcajadas en el último segmento cuando un grupo de hombres y mujeres del Renacimiento ironiza sobre una lista de conductas indecorosas elaborada por Da Vinci que un invitado a la mesa del señor no debe cultivar

Entre los hábitos que enumera se encuentran: "Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado", "tampoco ha de sentarse bajo la mesa", "no debe poner la cabeza sobre el plato para comer", "no ha de poner los ojos en blanco ni poner caras horribles" y "no ha de hacer insinuaciones impúdicas a los pajes de mi señor, ni juguetear con sus cuerpos".

Como cierre, el público comparte un ágape al aire libre con la participación del octeto vocal Ad Libitum y puede experimentar la máquina de volar.


Meses de trabajo
De la propuesta que es fruto de meses de investigación participan actores del Jardín La producción general es de Verónica Debiazzi Velia Digilio y Juan María Luquese Y del guión y la puesta en escena se ocuparon Arturo Gimelli Andrea López Mediza y Julia Monti Intervinieron muchos más en el vestuario escenografía y objetos e iluminación Un programa original para que también los adultos disfruten del Jardín de los Niños l
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