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domingo,
25 de
febrero de
2007 |
Hermano
San Francisco
A partir del reciente viaje del intendente por tierras californianas y del propiciado hermanamiento de Rosario con la hermosa ciudad de San Francisco, surge un grupo de cuestiones que el intendente Lifschitz sabrá responder sobradamente. Por ejemplo: 1) ¿cómo funciona el transporte de pasajeros en aquella ciudad?, 2) ¿en qué estado están las unidades?, 3) ¿cuánto debe esperar un ciudadano de San Francisco la llegada de un micro a partir de las 22?, 4) en caso de que la espera fuese de 46 minutos (de 22 a 22.46) ¿cómo repercutiría esto en la opinión pública y qué tipo de sanción se aplicaría efectivamente a los empresarios “responsables”? Traigo esta “banalidad” a cuento ya que el pasado 20/02 debí esperar, junto a varias “victimas”, 46 insoportables minutos la llegada de un objeto parecido a un colectivo de la linea 131 y/o 132 que pertenecen a la misma empresa. Y esta situación se dio (como frutilla del postre) en O. Lagos con B. Ordóñez, precisamente donde estas líneas tienen su terminal. ¿Qué le parece, señor intendente, señores ediles: de 22 a 22.46 esperando un chapón con ruedas que nos lleve a casa luego de un pesado día de trabajo? Igualito que en San Francisco ¿no? Y que la empresa no argumente nada, porque esto es de todos los días a partir de las 22, nada más que esta vez rompieron su propio récord, que hasta el momento era de 38 minutos. Aprovechando que envío copia de esta al señor alcalde de San Francisco, le ruego interceda por el hermano pueblo de Rosario, que esta expuesto al pésimo empresariado del transporte e indefenso por la inoperancia de quienes deben entender en el asunto.
Carlos Hugo Méndez
DNI 12.367.990
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