Las hipótesis en la coctelera

Desde que Nora Dalmasso fue hallada muerta en su casa del country Villa Golf de Río Cuarto la investigación serpenteó por hipótesis diversas, sin arribar a pruebas firmes, y con algunos supuestos que bordearon el absurdo. Aquí, lo más saliente en la errática investigación del homicidio:

u La primera hipótesis de la policía y los fiscales Fernando Moine y Javier Di Santo planteaba que la mujer murió estrangulada durante un juego sexual consentido.

u Tras el hallazgo del cuerpo, el 26 de noviembre pasado, descartaron el robo porque en la casa estaba "todo intacto" y sólo faltó el celular de la mujer. Aseguran que el asesino es una amante de la víctima que "tiene el pelo negro" y la investigación se concentra en dar con esa persona.

u El 29 de ese mes se presentó ante la Justicia el abogado Rafael Magnasco, a quien señalaban como amante de la empresaria, y renunció a su cargo en el área de Seguridad de la provincia.

u A comienzos de diciembre sostienen que hay "cuatro hombres en la mira", relacionados con el grupo de amigas de Dalmasso que la noche anterior a su muerte cenaron con ella.

u La autopsia descartó que la muerte haya sido resultado de un accidente durante un juego sexual. En base al hallazgo de marcas de dedos en el cuello los peritos sostuvieron que el estrangulamiento fue intencional. Revelan que hubo "resistencia escasa" de la víctima y que sufrió lesiones genitales no compatibles con una relación sexual común.

u Revelan que Dalmasso le arrancó a su asesino un mechón de pelo color "castaño claro".

u El análisis del semen no determina el ADN del asesino "por falta de material genético".

u En base a la señal de un celular que esa noche entró dos veces a la casa, aseguran que el posible asesino de Dalmasso volvió a la escena "para borrar huellas".

u Sospechan de un ex compañero de trabajo de Nora con quien había retomado el diálogo y que sería adicto a las drogas, lo que explicaría la escasez de espermatozoides.

u El viernes pasado detuvieron al pintor Gastón Zárate, de 27 años, sospechado de haber entrado al chalé por una ventana y violado a la mujer. Los indicios: una empleada aseguró que el joven era ágil para trepar y marcas de sus zapatillas en un techo donde él trabajaba. Ayer quedó libre por la debilidad de la prueba.