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domingo,
11 de
febrero de
2007 |
Producción. Si bien hay pronósticos alentadores, nadie festeja por adelantado
La expectativa de las agrociudades
Los productores advierten que se vienen meses clave para la salud de la cosecha gruesa
Luis Emilio Blanco
Ante los pronósticos oficiales que presagian que en la provincia los rindes de la próxima cosecha llegarán a índices récord, los productores y acopiadores de granos mantienen amplias expectativas respecto a los ingresos adicionales que puede generar el aumento de caudal de granos. Al mismo tiempo, permanecen cautelosos por la posibilidad latente de que sus sueños se esfumen ante la ocurrencia de fenómenos climáticos inesperados o la aparición de enfermedades de fin de ciclo que afecten los sembrados.
Si bien existen indicadores que señalan una realidad económica heterogénea entre los diversos integrantes del sector productivo de la región, en términos generales el estado de los sembrados de maíz y soja en el centro-oeste de la provincia es sumamente alentador y coincide con lo anunciado desde la esfera gubernamental.
Expectativas
"La mayoría espera una muy buena cosecha si se tiene en cuenta el estado actual de los sembrados de maíz y de soja, sucede que algunos productores deberán afrontar deudas antiguas que no pudieron cancelar ante los daños ocasionados por el granizo en la última temporada de trigo", explicó el gerente de la filial Sastre de Agricultores Federados Argentinos, Enrique Scaglia.
En ese sentido subrayó que "el sector se muestra con entusiasmo pero al mismo tiempo con cierta prudencia porque existe la posibilidad de que las condiciones cambien de un momento a otro". La expectativa deberá continuar por el término de un mes respecto a la recolección de maíz y dos meses para la de soja. Allí se podrán vislumbrar los beneficios que acarreará el sector en caso de que la mayoría de las hectáreas sembradas continúe en buenas condiciones.
Los beneficios
"En ese caso también se beneficiarán directamente otros sectores -explicó Scaglia- como los transportistas, trabajadores rurales, eventuales de plantas de acopio y el comercio", como sucedió con las cosechas de grano grueso de los últimos años que dieron gran impulso a los agricultores de la región.
Una definición que grafica con certeza la situación del sector fue la pronunciada por el productor sastrense Héctor Combina. "Tanto el maíz como la soja están como nunca, pero no se pueden hacer cuentas hasta que el grano esté en el silo".
"Hasta ahora el tiempo acompañó muy bien, pero hay que tener en cuenta que de acá a la hora de cosechar puede haber cambios perjudiciales o que impidan cosechar en el momento ideal, lo cual impactaría directamente en los rindes", indicó Combina.
Temores
Representantes de la firma acopiadora Ganadera San Jorge SRL explicaron que en la región se perdieron lotes de soja y maíz como consecuencias de las frecuentes granizadas en la región y de la acumulación de agua después de las intensas lluvias, pero la situación de la mayoría es óptima y esperan rindes récord.
De todos modos, el temor expresado por los productores por lo que pueda suceder con las posibles tormentas o la escasez de precipitaciones, no se traduce directamente en la contratación de pólizas de seguro.
El productor de seguros Rosaldo Gardella, explicó que "si bien el número de pólizas se incrementó respecto a la cantidad de hectáreas aseguradas en años anteriores, el sector aún no adquirió la costumbre de respaldar los sembrados a través de compañías aseguradoras". Se estima que en la región, solamente un 20% de la superficie sembrada está asegurada.
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