El público valora la seguridad, el clima familiar y las diversas propuestas deportivas

Un oasis cerca de casa y a precio accesible

Quienes viven en el centro y en diferentes barrios de la ciudad tienen la posibilidad de zafar del calor refrescándose en las nueve piletas que ofrece el municipio en sus polideportivos. Chicos y grandes ya se apropiaron de estos verdaderos oasis a la vuelta de la esquina y disfrutan al máximo de sus vacaciones. Si bien cada sitio tiene su particularidad, lo que poseen en común es que cobran una entrada accesible y brindan un buen servicio, según dijeron varios vecinos consultados por La Capital, quienes sobre todo valoran el clima familiar, la seguridad, las propuestas recreativas y deportivas.

Los natatorios están bien mantenidos, hay guardavidas y espacios verdes para deportes y por qué no tomar unos mates.

En el Complejo Belgrano Centro (ex Hebraica) el clima es familiar. Octavio Cortés, de 12 años, Esteban Martínez, de 13, y Carlos Baino, de 14 años, se conocieron justamente en esta pileta y van casi todos los días. Van solos y a pie porque viven a pocas cuadras y una vez allí juegan a las carreras en el agua o hacen pases con una pelota de tenis. "Como no hay tanta gente podemos nadar bien y además nos sale barato", dijeron los chicos.

Carlos Roldán, de 44 años y empleado, suele ir con toda su familia. Es un habitué del lugar, ya que se asoció hace cuatro años. "Acá descanso y tomo clases de natación", aseguró, al mismo tiempo que contó que va a nadar también en invierno. En cambio, hay otros, como Isabel, de 40 años, que aprovechan para refrescarse después de trabajar.

El Estadio Municipal Jorge Newbery, del parque Independencia, está literalmente invadido de chicos. Las edades oscilan entre los seis y 16 años, pero los de menos de ocho, asisten acompañados por un mayor tal como consigna la normativa de los predios. Franco Marín tiene 12 años, vive en Ovidio Lagos y Virasoro, y no sólo va a la pileta a jugar a la pelota o a tirarse de clavado, sino también para tomar clases de natación. Matías Centurión, de 15 años, también hace deportes con sus amigos. "Corremos en la pista del Estadio y después nos tiramos a la pileta", confesó.

En cambio, en el polideportivo Parque Oeste Ricardo Balbín, de Pasco y Rouillón, los que se adueñan del lugar en la semana son los adolescentes, pero los sábados y domingos se suman las familias. Madres con hijos pequeños se refugian en el espacio verde y buscan sombra. Patricia Sosa, de 28 años y ama de casa, dijo que va a esa pileta con su hijo Jeremías, de dos años, porque "el lugar es tranquilo y seguro: no hay pibes tomando alcohol, ni fumando".

La suele acompañar su vecina Cintia Cinzano, de 19 años y mamá de Federico, de diez meses. "Para que los chicos no sufran el calor tenemos que venir tarde, tipo 16. Por suerte este año el polideportivo cierra más tarde, así nos queda más margen para disfrutar", comentaron.

De esta manera, cada una de las piletas ofrece propuestas atractivas para escapar de los sofocones del verano rosarino. Alternativas para las vacaciones y movimiento para todos los gustos y edades.