Para Bachelet, con Pinochet se fue "un símbolo de las divisiones"

Santiago- La presidenta Michelle Bachelet dijo hoy que la muerte del ex dictador Augusto Pinochet, cuyo cadáver ya fue reducido a cenizas, representa el fin de un símbolo de las divisiones de Chile. Bachelet rechazó además las declaraciones políticas del nieto militar de Augusto Pinochet durante el funeral del ex dictador y dijo que el ejército adoptará sanciones ante la “gravísima” falta.

En su primera alusión directa al fallecimiento de uno de los últimos íconos de la Guerra Fría, quien murió el domingo a los 91 años sin haber sido condenado por la justicia, Bachelet dijo que, no obstante, no se abre una nueva etapa en el país.

“Yo creo que simboliza la partida de un referente de un clima en el país de divisiones, de odio, de violencia”, dijo Bachelet en una rueda de prensa en el palacio presidencial de La Moneda.

Bajo la dictadura de Pinochet, entre 1973 y 1990, alrededor de 3 mil personas murieron o fueron “desaparecidas”, mientras que otras 28 mil sufrieron torturas, incluida Bachelet y su madre, Angela Jeria.

“No creo que sea una nueva etapa. Yo creo que la nueva etapa que ha vivido el país empezó el año 1990 cuando reconquistamos la democracia”, agregó la mandataria.

Los funerales de Pinochet, quien murió por una falla cardíaca, se realizaron ayer y su cuerpo fue incinerado. Las cenizas del ex dictador quedaron en la capilla de su casa de veraneo en la localidad costera de Los Boldos, aproximadamente 130 kilómetros al suroeste de Santiago.

Las autoridades dijeron que tras la muerte de Pinochet y hasta la mañana del miércoles se registraron 65 manifestaciones en todo Chile y hubo 145 detenidos, además de 65 policías y civiles heridos.
Falta "gravísima"
Bachelet rechazó además las declaraciones políticas del nieto militar de Augusto Pinochet durante el funeral del ex dictador y dijo que el ejército adoptará sanciones ante la “gravísima” falta.

Pero Augusto Pinochet Hiriart, el hijo mayor del fallecido ex dictador y padre del oficial del mismo nombre, anunció que el joven capitán de ejército había pedido su retiro de la institución con anticipación.

“Un oficial, saltándose la línea de mando, sin autorización para hablar, irrumpió expresando opiniones políticas en contra de un poder del Estado y de sectores de la sociedad civil”, expresó Bachelet en rueda de prensa en el Palacio de Gobierno en su primera referencia explícita a la muerte de Pinochet ocurrida el domingo.

“Esto constituye una falta gravísima. Estamos seguros que el ejército sabrá hacer lo que corresponda”, agregó la mandataria.

Añadió que el gobierno no pedirá ninguna sanción en particular y que, de acuerdo a la reglamentación militar, el ejército tiene preestablecido las medidas a adoptar en casos como éste.

Augusto Pinochet Molina, capitán del ejército, pronunció durante la ceremonia fúnebre el martes en la Escuela Militar una alocución fuera del programa establecido, en la que exaltó la figura política de su abuelo por haber derrotado al marxismo al derrocar al presidente socialista Salvador Allende en 1973. También fustigó al Poder Judicial por los numerosos procesos que enfrentó su abuelo por violaciones a los derechos humanos y por corrupción.

El capitán Pinochet dijo que su abuelo y su familia fueron “vejados por jueces que buscaban más renombre que justicia”.

El ejército reprobó las declaraciones de Augusto Pinochet tercero y el comandante en jefe, general Oscar Izurieta, en declaraciones al diario El Mercurio anticipó sanciones porque el oficial “no estaba autorizado para hacer la intervención que hizo y ello constituye, usted comprenderá, una grave falta a la disciplina”.

Precisó que “sus palabras no representan en nada el sentir del ejército”.

Sin embargo, Pinochet Hiriart, en declaraciones a una emisora capitalina, confirmó que su hijo había presentado su solicitud de retiro del ejército dos días antes de pronunciar su polémico discurso.

Pinochet Hiriart, quien también se retiró del ejército con el grado de capitán, afirmó que si su hijo tiene que salir de las filas lo hará con la frente en alto. ”Mi hijo no dijo nada nuevo, él demostró los sentimientos de un nieto, de toda la familia, pero no dijo nada nuevo”, manifestó.

Ambos, así como los demás miembros de la familia, participaron hoy en la última ceremonia fúnebre de despedida al ex jefe de estado al asistir en la hacienda costera de Los Boldos, a unos 130 kilómetros al suroeste de Santiago, a un responso en la capilla de la residencia donde Pinochet solía descansar.

El joven militar vestía de civil y se encontró en el lugar con el comandante en jefe del ejército, quien viajó especialmente para asistir a la ceremonia privada.

En la capilla fue depositada el ánfora con las cenizas del ex dictador luego de ser incinerado por razones de seguridad en un cementerio del balneario de Concón.

Sólo a la medianoche del martes concluyó el proceso de incineración y las cenizas fueron entregadas a los dos hijos varones de Pinochet, quienes las transportaron hasta Los Boldos.

La muerte del ex hombre fuerte de este país, quien gobernó dictatorialmente entre 1973 y 1990, fue considerada por el ex presidente Ricardo Lagos como el cierre de un capítulo en la historia de este país.

La presidenta Bachelet señaló, a su vez, que no cree que se abra una nueva etapa, sino que “simboliza la partida de un referente de un clima en el país de divisiones, de odio, de violencia”

Bachelet dijo que a raíz de la muerte de Pinochet “hemos visto expresiones de división que por momentos nos recordaron los tristes episodios que Chile superó”.

Agregó que su gobierno se anticipó a los hechos y preparó las medidas impuestas a partir del domingo, permitiendo la libre expresión de todos los sectores. Señaló que a raíz de eso, a pesar de desmanes, el país se mantuvo tranquilo.

La mandataria deploró y ofreció excusas por los ataques a periodistas locales y extranjeros por parte de fanáticos pinochetistas durante el velatorio de Pinochet y las ceremonias posteriores. (AP)

La presidenta de Chile, Michele Bachelet, dijo que nada cambiará con la muerte de Pinochet.