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sábado,
04 de
noviembre de
2006 |
Una historia que tuvo un trágico sino
Claudio Alvarez formó pareja con una mujer que lo conoció cuando purgaba una pena por un robo calificado y una violación en un penal porteño. La mujer lo abandonó a poco del crimen de Elsa Escobar y la violación de la hija de ésta.
Fuentes judiciales informaron que la joven es hija de una pareja de desaparecidos, presuntamente militantes de la organización Montoneros que estuvieron detenidos ilegalmente en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma).
La niña quedó por entonces al cuidado de sus abuelos y cuando cumplió 15 años comenzó, a raíz de su trágica historia personal, a enviar cartas y relacionarse con personas detenidas en diversos penales.
Más tarde, según las fuentes consultadas, inició una etapa de visitas a los reclusos y en una de ellas conoció y trabó una relación amorosa con Alvarez, quien estaba encarcelado por su participación en un delito de índole sexual.
El hijo de ambos fue concebido durante una de las visitas íntimas que la mujer concretó al penal en el que se encontraba detenido el condenado. Cuando Alvarez recuperó la libertad, la pareja y el niño comenzaron a vivir en una casa que la mujer adquirió con la indemnización que el Estado concedió a las víctimas de la dictadura militar.
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