"Tenemos menos tecnología pero más humanidad"

Florencia O'Keeffe / La Capital

Con un índice de mortalidad infantil tres veces más bajo que la Argentina, los cubanos lograron a fuerza de prevención y planificación un sistema de salud que es referencia en todo el mundo. "Tenemos menos tecnología pero más humanidad", afirma Francisco Valdés Lazo, cubano, pediatra y administrador de salud, quien se desempeña como médico desde hace 46 años.

El especialista, de 74 años, es asesor del programa materno infantil de Cuba y está también abocado a la prevención de accidentes de tránsito en menores de 20 años. Estuvo en Rosario donde dialogó con La Capital sobre la atención a la mujer, las parturientas y los niños en su país.

- ¿Qué incluyen en el programa materno-infantil?

- Abarcamos todo lo relacionado a la atención de la madre y el niño; sin embargo, como médicos, vamos más allá de la madre y nos ocupamos de la mujer antes de la maternidad. Trabajamos en prevención del cáncer de mama y de cuello de útero, y en general, todo lo que implica la salud femenina para que la mujer llegue al embarazo en las mejores condiciones. Es un programa que tiene éxito porque está desarrollado por organismos del Estado con el apoyo fundamental de asociaciones de base (Ong's). Tenemos claro que necesitamos el apoyo y la complicidad de la población.

- ¿Y ese apoyo, cómo se logra?

- Son años de trabajo, planificación y acciones continuas. Cuando hacemos la vacunación antipolio, hay provincias que vacunan a toda la gente en una hora. Se los cita y todos acuden. Hay mucha conciencia popular. Pero insisto, es un trabajo de mucho tiempo, pensado, programado y hecho con absoluta seriedad.

- Respecto de la vacunación: ¿qué les ofrece el programa a los niños?

- Los menores de un año tienen 13 vacunas contra 13 enfermedades; la población de menores de 2 años está vacunada en más del 95%. Contamos con todas las vacunas que llamamos clásicas y otras como meningococo A, B y C, en forma gratuita. En Cuba no hay tétanos, ni polio. Los médicos actuales tienen que ver algunos de estos casos fuera del país. Contamos también con el "carnet del niño", que es una ficha personal donde se inscribe la vacunación, pero también el registro de peso y talla. Es un muy buen control familiar, independiente del que tiene el médico del niño o el centro de salud.

- ¿Están estipulados los controles prenatales y posnatales?

- Definitivamente. Las mujeres tienen 12 controles prenatales, con eso logramos bajar notablemente la mortalidad materno-infantil. En el caso de los niños menores de un año les ofrecemos 16 controles de puericultura que se hacen en el consultorio o en la casa. A muchos niños sanos, en su primer año de vida el médico los ve 25 veces.

- Un problema recurrente en nuestro medio es el de la falta de tiempo en las consultas pediátricas. ¿Ustedes tienen este problema?

- Para que tengan una idea, en Cuba hay 21 facultades de medicina. Tenemos más de 70 mil médicos, muchos de ellos en diferentes lugares del mundo. En atención primaria todas las familias están cubiertas y cada médico cuenta con el tiempo suficiente para atender a sus pacientes. Hoy hay más de 30 mil médicos de familia dando cobertura al país entero.

- ¿Hay alguna regla que permita tener esta organización y nivel de conciencia?

- Aprovechamos la experiencia acumulada, no hay más secretos. Tenemos menos tecnología pero más humanidad. En Cuba todo está bien normado (reglado) pero decimos que la norma es una forma de hacer las cosas y no una horma: seguimos reglas pero no somos ciegos. Todos los criterios se discuten. Es más, en el caso de los menores de un año fallecidos, tenemos 28 días posteriores a la muerte en los que discutimos las causas del fallecimiento. Esto nos ha dado una información muy valiosa y nos dimos cuenta que la causa del deceso que aparecía en el certificado no era la real. Saber nos permite mejorar.

- ¿Cómo trabajan con las mujeres embarazadas?

- Preparamos a la mujer desde antes de la concepción gracias al médico de familia que tiene un conocimiento de esa persona desde que es una niña. Tenemos consultas derivadas del médico de la familia cuando detecta algún factor de riesgo preconcepcional. Si es hipertensa, si tiene cardiopatía o si se trata de una chica diabética les planteamos los riesgos antes del embarazo, no lo prohibimos, desde ya, pero sí alertamos. Si la chica tiene demasiados riesgos para seguir con ese embarazo la incluimos en un programa nacional, le hacemos estudios genéticos y les damos la posibilidad, si aparece una malformación incompatible con la vida, de que aborte. El aborto está aceptado en un hospital público cuando se dan estas condiciones o cuando hay violación, si lo determina la ley.

- Los esposos o parejas de las parturientas, ¿acompañan a la mujer en el momento del parto?

- Nosotros lo alentamos. Trabajamos con maternidad y paternidad responsable, pero la verdad es que los hombres no quieren entrar a la sala de parto(risas). La mayoría de las veces la señora elige que las acompañe la madre o una hermana porque los hombres son demasiado flojos...

- Si el bebé debe ir a neonatología, ¿qué criterio usan, cuántas veces está en contacto con la madre?

- Depende del caso, pero fomentamos la lactancia e impulsamos el contacto piel a piel con el recién nacido. Yo era de los que se oponían a esto por temor a los contagios, pero me han demostrado que no hay mejor vigilante que la madre para la salud de su hijo. Ellas son las que advierten si la enfermera no se lavó las manos, si el niño tiene tal o cual cambio; tenemos las mejores experiencias y hasta mejor tiempo de recuperación del niño cuando hay más contacto de la madre con el hijo.

El especialista cubano, asesor del Programa Materno Infantil de su país.