Resolvieron la intervención del radicalismo mendocino

La cúpula partidaria le asestó un duro golpe a los "radicales K"

Iglesias arremetió contra Cobos y los dirigentes enrolados en la concertación que impulsa la Casa Rosada

La conducción de la UCR, encabezada por el titular del comité nacional, Roberto Iglesias, resolvió ayer intervenir el partido en Mendoza por "inconductas" del gobernador Julio Cobos y varios de los dirigentes del distrito que adhieren al proyecto de concertación impulsado por el presidente Néstor Kirchner.

El proceso será en principio "por un año". Por lo tanto, Mendoza llegará a las elecciones presidenciales con la UCR intervenida. Iglesias designó como interventor a Armando Camerucci, un dirigente de su sector que hasta ahora se desempeñaba como presidente del comité provincial.

La estrategia de la conducción radical apunta a quitarle el apoyo del aparato partidario a Cobos para los comicios frente a su posible candidatura a vicepresidente de Kirchner y a endurecer su posición respecto del oficialismo, que intenta poner un pie en esa provincia.

Tras el anuncio, Cobos rechazó la decisión, a la que calificó de "inconducente" y "antidemocrática", y adelantó que su sector recurrirá a la Justicia para impedir el mandato de los opositores internos.


La queja
"No veo dónde está el error o el desacato a los principios del partido", se quejó el gobernador, al tiempo que destacó que las autoridades de la Unión Cívica Radical mendocina fueron "convalidadas en elecciones" y poseen "un gran porcentaje de aceptación".

Iglesias justificó la intervención con el argumento de que la situación en Mendoza "es realmente irreconciliable: son dos conductas y comportamientos distintos y no podemos resolverlos dentro del partido". Luego brindó su "total" apoyo a Camerucci, quien ahora tiene la misión de "normalizar" la UCR mendocina.

El iglesismo se encontraba en minoría dentro de la estructura del comité provincial, que reunía a trece aliados de Cobos contra sólo cuatro del ex gobernador de Mendoza, pero ahora volverá a tomar las riendas de la fuerza.

Para el domingo próximo estaba prevista la realización del congreso partidario, que volvería a enfrentar a ambos grupos. Pero debido a la intervención quedó suspendido el referido encuentro partidario, lo que generó disconformidad por parte de Cobos.

Por su parte, el vicegobernador mendocino, Juan Carlos Jaliff, utilizó una metáfora futbolística para explicar el conflicto: "La conducción quiere debatir en la AFA lo que no quiere resolver en la cancha".

En tanto, un grupo de jóvenes militantes cercanos a Cobos intentó anoche tomar la sede de la UCR mendocina en señal de repudio. A su vez, la secretaria general del partido, Margarita Stolbizer, manifestó su respaldo a la decisión adoptada por unanimidad durante la reunión de la mesa directiva. "Era imposible seguir tolerando ciertas cosas. Se llenó el vaso", explicó.

Dentro del radicalismo consideran, además, que lo de Mendoza puede servir como un "llamado de atención" para el resto de las provincias que coquetean con el oficialismo, como son los casos de Corrientes, Santiago del Estero y Río Negro.

El primer requerimiento había sido presentado por un legislador mendocino (menos de una semana después de la convención, que sesionó en Rosario), que cuestionaba la participación de Cobos en un acto que encabezó Kirchner en San Rafael, en el que criticó directamente a la UCR.

Aunque la medida no prosperó, congresales, legisladores y dirigentes mendocinos presentaron nuevos pedidos al comité en rechazo a dos documentos que elaboró el radicalismo de esa provincia desconociendo los mandatos de la convención.

Ante la insistencia de los distintos sectores y la creciente enemistad de Iglesias con Cobos y el resto de los radicales K, finalmente se concretó la intervención, que intentará quitarle fuerza al proyecto de Cobos junto al kirchnerismo.

Iglesias y Stolbizer, "cansados de tolerar" desplantes, buscaron escarmentar a Cobos.