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 sábado, 28 de octubre de 2006  
Poemas escolares que invitan a pensar desde el aula otros mundos posibles
Presentaron un libro que contiene trabajos de los alumnos de la Escuela Nº 6.379 de Bajo Hondo

Matías Loja / La Capital

La escuela rural está a la altura de Uriburu al 7.500. No hay líneas de colectivos que pasen hoy por el lugar, y ya sea a pie, en carro o en bicicleta, los alumnos llegan a la institución después de atravesar distintos caminos de tierra. Los mismos trayectos que en verano son pesados por el calor e impiadosos por la escarcha y la oscuridad, aún de día, en invierno. Y cuando las lluvias sacuden la zona, los senderos de tierra se tornan en verdaderos lodazales que impiden el tránsito normal.

Algunos son hijos de peones de las quintas aledañas, mientras que otros vecinos del barrio El Fachinal, nombre tomado hace tiempo por los habitantes del lugar de una novela brasileña. También hay quienes llegan a la escuela desde las barriadas El Control y Terraplén, poblaciones formadas hace varias décadas, en donde las carencias económicas y la marginación social son moneda corriente.

Pero desde hace tres años, los alumnos de la escuela de la zona son los protagonistas principales de un proyecto educativo que, desde diversas propuestas, permiten trabajar habilidades orales y escritas de una manera creativa y solidaria, como una forma concreta, dicen, de abordar el aprendizaje desde otro lado.

Brian tiene una mirada risueña que acompaña en perfecta armonía con una sonrisa de oreja a oreja, la misma que denota a todas luces la picardía infantil de sus 11 años. “Me gusta escribir poemas y también dibujar”, cuenta Brian. A su lado, Matías asiente con la cabeza y coincide en cada comentario de su compañero, mientras sostiene con ternura entre sus manos un libro de poesías que lo tiene como uno de sus autores.

El horario de clases ya terminó, pero aún se oyen carcajadas de los alumnos en el patio de la Escuela Nº 6.379 Domingo Silva, cuando el pasado viernes 20 de octubre se presentara el libro “Las flores del camino”, una antología poética escrita por estudiantes de este establecimiento educativo, emplazado en la zona rural de Bajo Hondo, situada al suroeste de Rosario.

Tienen entre 9 y 15 años, y entre risas cómplices los pequeños poetas repasan entre ellos algunos de sus textos. Aquellos escritos hace poco en los talleres que coordinan un grupo de docentes de la institución, en espacios destinados, como bien dice Fernando Mut en la introducción del libro, “para abrir las puertas de la poesía, como una herramienta ideal para pensar otros mundos posibles”.

Fruto del concurso realizado en la escuela el año pasado, el libro contiene una serie de escritos de alumnos de distintas edades que, a partir de consignas específicas, decidieron dejar volar su imaginación y darse permiso para soñar paisajes, acontecimientos y profundos sentimientos de estos pequeños escritores. Fue editado por Ciudad Gótica, gracias al aporte de la Fundación Minetti.


Construcciones colectivas
Pero la obra infantil muestra también una selección de poemas hechos por alumnos en distintos talleres de poesía, realizados más allá del concurso. La última parte del libro está dedicada a dar cuenta de un conjunto de producciones colectivas, obras grupales destinadas a profundizar, desde este acto creativo, los lazos solidarios entre los chicos.

“Las construcciones colectivas las hacemos entre los chicos de todo el curso. Cada uno tira una palabra y entre todos armamos el poema”, explica Damaris, quien junto a sus amigas Ivana y Gabriela, escribieron “La resfalada” y “Chica bailantera”, versos que mezclan el humor infantil y la anécdota en historias cotidianas.

Un micro radial de 15 minutos que se emite por FM Aire Libre (91.3), llamado “Radiochanguitos”, que sale al aire todos los viernes, a las 10, a las 13.45 y a las 20 es, junto con la revista “Revisbanda”, otro de los espacios de los que participan los alumnos de la Escuela Nº 6.379, los “Bajitos de Bajo Hondo”, como reza una bandera colocada en el patio de la escuela para la presentación de los poemas.

En una escuela con cerca de un centenar de estudiantes, los docentes trabajan en los talleres de escritura con grupos de entre 10 y 12 alumnos. “Esta cantidad de chicos que tienen en promedio las aulas de la escuela te permite un trabajo con los estudiantes que se dificultaría bastante se tuviésemos 30 o 40 por curso”, señala Fernando Mut, uno de los docentes que coordina el espacio.

La escuela rural, construida en 1952 gracias a una donación de Francisco Pedemonte, un productor del lugar, sufre como tantas otras las carencias propias de un establecimiento al que asisten niños de familias de escasos recursos económicos que trabajan en las quintas de la zona, del cirujeo o de changas ocasionales que surgen para sortear la pobreza.

Los trabajos de pavimentación dejarán a punto, dentro de poco, la ruta que pasa por la puerta de la escuela, que por ende, deberá contar una correcta señalización que permita identificar el establecimiento educativo, que tiene hasta noveno año de la EGB y del que pocos de sus egresados continúa sus estudios secundarios.Mientras tanto, los caminos de barro laterales de la escuela seguirán siendo los senderos por donde los alumnos de Bajo Hondo llegarán a las aulas para escribir aquellos poemas que les sirven como herramienta más que útil para desplegar sus sentimientos. Ahora preparan un nuevo concurso, que invita a sus pequeños escritores a crear textos sobre instrucciones inútiles.

“Muchos chicos tienen problemas de aprendizaje, y en alguna época, pensábamos que, como son niños con dificultades y marginales, debíamos trabajar desde ese contexto. Pero después nos dimos cuenta que lo mejor era buscar hacer volar la imaginación y construir desde otro lugar, con el estímulo y con cosas concretas como las poesía, la revista y la radio”, expresa Mut, en referencia a una experiencia de aprendizaje distinta.

Como señala una cita del pedagogo italiano Gianni Rodari apuntada en el libro de la Escuela Domingo Silva, “no importa si cuando terminen la escuela no hacen más poesía; en todo caso, la poesía será, para ellos un ejercicio de libertad y una educación para la libertad”.

Para conocer el proyecto de los talleres de la escuela Nº 6.379, llamar al 155892518 (Fernando Mut), o bien escribir al email [email protected]


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Tienen entre 9 y 15 años y desafiaron a la escritura con poemas propios.


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