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sábado,
07 de
octubre de
2006 |
A plena luz del día, asesinan a un
remisero de un balazo en la espalda
Dos jóvenes lo asaltaron en una villa de Circunvalación y Cerrito. No se descartan otras hipótesis sobre el crimen
Fueron dos tiros: uno en una pierna y otro en la espalda. Un remisero de 52 años fue asesinado a balazos a plena luz del día cuando intentaba huir de dos asaltantes que lo interceptaron luego de dejar a dos pasajeras en el barrio conocido como Villa Las Palmeras, en la zona sudoeste de la ciudad. Para los investigadores, la hipótesis más firme era que la víctima cayó en una trampa en la que estuvo involucrada una de las mujeres que había transportado hasta ese lugar, conclusión a la que llegaron al confirmar que era la madre de uno de los presuntos homicidas. Sin embargo, tampoco podía descartarse que el crimen haya tenido un móvil distinto al de un asalto.
Ayer la policía buscaba por lo menos a dos sospechosos que estaban identificados. El más comprometido sería Chino, un ex convicto que salió hace poco más de un mes de la cárcel de Piñero. El otro sería de apellido Pérez. Varios testigos los vieron cometer el hecho y luego escaparse a toda carrera por los pasillos de la villa para desaparecer cuando enfilaron en dirección al barrio Santa Lucía.
El hombre asesinado se llamaba Héctor Avila, un ex policía que vivía en la zona oeste de Rosario, pero trabajaba como remisero para un agencia habilitada en la ciudad de Pérez. Hasta diciembre del año pasado se desempeñó como cabo primero en distintas seccionales de la Unidad Regional II.
El crimen ocurrió cerca de las 10 en Benítez al 2200, una calle colectora que corre paralela al oeste de la avenida Circunvalación, a la altura de Cerrito. Se trata de una villa ubicada al sur de barrio Santa Lucía y a la que se accede por una callejuela zigzagueante que pasa por debajo del puente de Circunvalación y las vías del ferrocarril. A esa hora, además de un intenso tránsito sobre la avenida había mucha gente en la calle. Avila manejaba un Volkswagen Polo blanco que al parecer tenía toda la documentación en regla.
Según fuentes policiales, el remisero trasladaba ayer a la mañana a dos prostitutas que había pasado a buscar por una whiskería de Zavalla. Voceros de la pesquisa que llevan adelante la subcomisaría 22ª y la División Homicidios indicaron que el chofer realizaba habitualmente ese servicio. "Solía llevar a clientes del barrio", agregó uno de los pesquisas.
Según lo que pudieron reconstruir los investigadores en base a dichos de testigos, una de las alternadoras bajó del coche en 27 de Febrero y Circunvalación. La otra, identificada como Marta S., de 43 años, siguió con Avila hacia el norte. De acuerdo a testigos, esta mujer iba como acompañante del conductor.
El Volkswagen marchó a baja velocidad por la colectora de Circunvalación y al llegar a la altura de la casa de la pasajera, Benítez 2280, se detuvo. "Cuando Avila paró y la mujer bajó para entrar a su casa, ahí aparecieron Chino y su cómplice. El primero salió directamente de la casa o estaba en la puerta cuando vieron llegar el coche y salieron a apretarlo", describió uno de los investigadores.
De acuerdo al testimonio de un chico que presenció toda la secuencia, los delincuentes literalmente se metieron en el auto y de un tirón sacaron al chofer del habitáculo. El forcejeo fue tan grande que la remera verde que vestía Avila quedó hecha hilachas dentro del auto. En esa trifulca, y cuando la víctima ya estaba parada sobre el pavimento, uno de los ladrones efectuó un disparo que dio en la pierna derecha del ex policía.
Al parecer Avila quiso salir corriendo por Benítez en dirección al sur, pero los asaltantes no le volvieron a dar chances. Otro balazo impactó en la espalda. El remisero cayó herido a unos cincuenta metros del auto y murió en el acto. Los asaltantes escaparon por unos pasillos internos de la villa y se perdieron en dirección a Santa Lucía.
Dudas y miedos
Los testimonios recogidos en el barrio le indicaban ayer a la policía que uno de los autores del mortal atraco fue Javier E., de 24 años, a quien en el barrio se conoce por al menos tres apodos: Chino, Pily o Gorriti. Según los voceros, Marta S. es la madre de Javier, quien salió en libertad hace un mes de la cárcel de Piñero. "Las dudas con la mujer surgieron porque al principio, cuando los testigos dijeron que uno de los autores del hecho había salido de su casa, ella contó que en ese momento estaba durmiendo y que se enteró de que su hijo era buscado cuando llegó la policía. Pero la cosa cambió cuando otros testimonios mencionaban a Marta como una de las pasajeras de Avila. Por el momento está demorada", consignó un funcionario policial.
El pesquisa indicó que "seguramente hubo muchos testigos de lo ocurrido, pero la gente tiene miedo. Calcule que uno de los sospechosos vive en la misma cuadra donde ocurrió todo". Por ese motivo, había testigos que iban a contar lo que sabían a los altos de la comisaría 18ª, una seccional ubicada en otro barrio.
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Fotos
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El violento crimen ocurrió ayer a las 10 de la mañana.
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