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sábado,
07 de
octubre de
2006 |
El plantel llegó tarde
por el caos vehicular
El partido se postergó 35 minutos por la insólita demora
La imprevisión existe en el fútbol. Vaya novedad. Lo insólito es que se ponga de manifiesto hasta en los hechos más triviales, como en el traslado de un plantel de fútbol hacia el estadio de turno. Eso pasó anoche con la delegación canalla, que por no evitar caminos intransitables que ya se sabían de antemano, llegó a Mataderos sólo 20 minutos antes de la hora fijada para el partido, que empezó finalmente 35 minutos después, a las 21.45.
Todo el mundo sabía que la marcha por la aparición del testigo clave en la causa Etchecolaz, Jorge Julio López, convocada por los organismos de derechos humanos, provocaría un caos vehicular, por lo tanto sólo se trataba de eludir las arterias que estarían taponadas.
Para colmo, Central se alojó en el hotel NH City en pleno centro porteño, Reconquista y Tucumán, y el micro salió por la primera de esas calles hacia el nudo de la manifestación en Plaza de Mayo, que fue convocada hace varios días para las 18.
Ni los encargados de conducir al plantel, ni la policía que los guió supo resolver con antelación la cuestión y por lo tanto, el plantel llegó a Mataderos de la peor forma, apretado con el tiempo y nervioso, por la impotencia de ver que el reloj corría y no se movían de calle Reconquista. Con haber previsto la hoja de ruta, todo ese malestar inoportuno en la previa se podría haber evitado.
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Fotos
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Central tardó dos horas del hotel a la cancha.
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