Mundial de Básquet Japón 2006

Argentina cayó agónicamente ante España

Perdió por un simple (75 a 74). Tuvo el tiro del final pero lo erró. Juega por el bronce contra EEUU

una convincente tarea al cabo del primer cuarto por 21-15, haciendo bien todos los aspectos del juego necesarios para neutralizar a España.

  Por entonces Pepe Sánchez realizaba un efectivo trabajo de control, Fabricio Oberto anulaba a Pau Gasol con una marca casi perfecta y Emanuel Ginóbili martillaba desde zona tres con efectividad.

  Pero superado ese cuarto inicial el conjunto dirigido por Sergio Hernández fue perdiendo volumen de juego y consecuentemente se fueron cargando de faltas jugadores clave como Oberto y Nocioni.

  Más importante en este caso era el lastre que cargaba el cordobés, ya que debió delegar en Rubén Wolkowyski esa marcación sobre Gasol, lo que le permitió a la figura del equipo europeo empezar a prevalecer en ataque.

  Con su gestión y la del otro gigante, Jorge Garbajosa, el equipo conducido por José Hernández pasó al frente en juego y marcador.

  El tercer cuarto, en cambio, fue toda paridad, aunque ya las gestiones individuales fueron marcando rumbos en uno y otro equipo. Por el lado de España era importante el aporte del base suplente Sergio Rodríguez, mientras que en Argentina tanto Manu como Pepe se anotaban de tres puntos en los momentos en que su rival intentaba alejarse.

  El final del tercer segmento encontró a España arriba por cuatro puntos y para el último insinuaba llegar más entero, ya que Argentina, con jugadores cargados de faltas y poco recambio (Hernández utilizó nueve jugadores), parecía estar al borde de su resistencia. De hecho el equipo tuvo a su primera baja por cinco faltas en el torneo (Carlos Delfino).

  Pero entonces surgió a pleno el coraje y la garra que caracteriza a este plantel. Los españoles llegaron a sacar nueve puntos de ventaja y Argentina logró emparejarlo en el final con oportunos triples de Sánchez y Ginóbili.

  El cierre fue a pura emoción, cuando restando 22 segundos Argentina empató en 74 y los españoles se quedaron con la última posesión del balón.

  La opción argentina fue entonces la de cortar rápido con falta sobre Calderón, un jugador poco efectivo en los libres.

  Y a la luz de los resultados los hechos parecieron darle la razón, porque se dio la situación ideal ya que Calderón solamente marcó uno, lo que le aseguró la posesión a Argentina con 19 segundos.

  Por eso se apeló a la lógica opción de entregarle la pelota a Ginóbili para que cerrara el partido, pero el bahiense no pudo despejar el camino y debió revertir la pelota para un tiro de tres de Nocioni. El Chapu falló su tiro desde la punta; a Scola se le escapó el rebote y la historia quedó sentenciada.

  España se quedó con los festejos, con un Gasol renqueando por una lesión en el tobillo y toda la alegría. Es que el dolor no era de la estrella española, sino de todos los argentinos. Porque la final estuvo apenas a un punto y la historia viva de este equipo se la merecía.

Calderón festeja, Ginóbili se lamenta.