Concertación K. El jefe del Estado estrecha relaciones con el radical mendocino Julio Cobos

Kirchner le enrostró a la UCR los muertos en la Plaza de Mayo

El presidente exhortó al radicalismo a que pida perdón por el corralito y la represión del Diciembre Trágico

El presidente Néstor Kirchner y el gobernador de Mendoza, Julio Cobos, defendieron ayer la concertación política puesta en marcha con vistas a las elecciones del año próximo y coincidieron en criticar "las viejas estructuras" del radicalismo y al sector del PJ que se opone a la iniciativa. El primer mandatario envió luego un mensaje muy duro hacia las autoridades de la Unión Cívica Radical, a las que exhortó a "pedir perdón" por los muertos en la Plaza de Mayo en diciembre del 2001.

Durante un acto que celebraron en el Polideportivo Municipal de la ciudad mendocina de San Rafael, el jefe del Estado aseguró que su alianza con un sector de gobernadores e intendentes radicales "no se trata de un toma y daca" ni de "imponer los caprichos de un gobierno central" sino de trabajar "en el marco de un sistema federal", al tiempo que apuntó duramente contra los opositores.

"No puede ser que sigamos viviendo de viejas estructuras dirigenciales, no puede ser que sigamos viviendo con necesidades y acciones de pequeños grupos que nada tienen que ver con la Argentina", aseveró Kirchner, acompañado en el palco por su esposa Cristina Fernández, Cobos y funcionarios nacionales y provinciales.

En la misma línea, el gobernador mendocino defendió su relación "madura y sensata" con el gobierno nacional y exhortó a sus correligionarios -que cuestionaron el fin de semana en la convención celebrada en Rosario la concertación plural- a "cortar con las viejas estructuras".

"Le digo a mi propio partido que acá no hay ninguna convicción, ningún principio, que se rompa o se doble, acá lo que hay que romper son las viejas estructuras que hoy necesitan renacer para tener una sociedad más justa, se trabaje por el bien común y se ponga por delante a la Argentina por sobre cualquier interés mezquino", aseveró Cobos.

Durante la visita presidencial a San Rafael se anunciaron obras públicas por 2.900 millones de pesos, que incluye la firma del acuerdo para la ejecución de la primera etapa de construcción de la central hidroeléctrica Portezuelo del Viento, sobre el Río Grande, en Malargüe, y la entrega de viviendas, entre otras.

Al lado de Cobos, el principal referente de los denominados "radicales K", el jefe del Estado aprovechó su discurso para fustigar en duros términos a los dirigentes de la UCR que el fin de semana criticaron su gestión en la convención nacional y tampoco ahorró cuestionamientos a los peronistas que respaldan la candidatura del ex ministro Roberto Lavagna.

"Me planto para decirle al país que no va a haber ofensa ni agravio que me corte las ansias de construir una Argentina que sintetice a todas las fuerzas del campo nacional que quieren una patria con justicia y con equidad", advirtió Kirchner, y cuestionó a "los fantasmas del pasado que creen que la política solamente es agresión o descalificación".

Con un tono enfático y refiriéndose elípticamente a sus antecesores Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, el presidente afirmó: "Yo no tengo la culpa de que aquellos que tenían la responsabilidad de gobernar el país en algunos casos se hayan ido antes, lo hayan llenado de pobreza, nos hayan avergonzado con la corrupción o hayan hecho pactos de Olivos vergonzantes a espaldas del pueblo argentino".

"Qué lindo hubiera sido si en vez de agredir y agraviar a los que no piensan igual que ellos hubieran hecho la autocrítica de la Argentina del corralito, de la Argentina del hambre y de la Argentina que llevaron a la desocupación", aseveró Kirchner, quien luego consideró que "deberían haber pedido perdón al pueblo por los muertos de la plaza del 20 de diciembre".

También apuntó contra los dirigentes peronistas que se muestran en oposición al kirchnerismo, al advertir que "no queremos más proyectos neoliberales, ni queremos más proyectos de injusticias que marginan a los jubilados, a los jóvenes, a la clase media, a la industria nacional, a los empresarios nacionales, ese proyecto que en la década del 90 nos llenó de dolor a todos los argentinos".

En bandeja. Kirchner reforzó su alianza con Julio Cobos, en un acto en Mendoza.