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miércoles,
30 de
agosto de
2006 |
Desertores de la
capital del jazz
Un año después del Katrina, aún no está claro si Nueva Orleáns volverá a ser la capital del jazz. A principios de mes, en el Satchmo Summerfest -un tributo anual en el cumpleaños de Louis Armstrong- se rezó especialmente por todos los músicos que no volvieron a orillas del Mississippi desde la catástrofe provocada por el huracán. "Es terrible que todos esos músicos estén ahora dispersos por Estados Unidos", dijo el trompetista de 95 años Lionel Ferbos, que conoció a Armstrong. Sólo casi el 10% de los músicos que todas las noches creaban una atmósfera especial entre Bourbon y Oak Street con sus ritmos inconfundibles regresaron, según el diario local The Times-Picayune.
Grandes figuras como el pianista ciego de jazz y blues Henry Butler, así como Aaron y Cyril Neville (de los Neville Brothers) le dieron la espalda a su ciudad. Viven diseminados en Nueva York, Texas y Florida. El regreso se ve dificultado por los mismos problemas que deben enfrentar todos los antiguos habitantes de la ciudad: las viviendas son caras, la infraestructura se recupera de a poco y los trabajos -incluyendo los shows- son escasos. Algunos clubes sufrieron tantos daños que tuvieron que cerrar sus puertas para siempre.
A pesar de esto, los grandes festivales como el Mardi Gras o el Jazz and Heritage Festival vuelven a atraer masivamente a los fans. Si bien la primera vez llegaron sólo 350.000 visitantes (en general eran más de medio millón), le dieron a la ciudad el necesitado empujón económico de 250 millones de dólares. La Oficina de Turismo informó que unos 80 escenarios fueron reabiertos parcialmente. Sin embargo, ya no hay música en vivo los 365 días del año, sino sólo los fines de semana.
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