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domingo,
27 de
agosto de
2006 |
Pekín liberó
a un obispo
detenido
hace 10 años
China liberó a un obispo de la Iglesia Católica Romana, prohibida en el país, diez años después de haberlo encarcelado, informó ayer un grupo católico con sede en Estados Unidos.
El obispo An Shuxin, de 57 años y arrestado en mayo de 1996, fue liberado anteayer, y el gobierno chino le dio permiso para retomar sus actividades religiosas, afirmó la organización católica Cardinal Kung Foundation.
La fundación explicó que An, obispo auxiliar de la diócesis de Baoding, en la norteña provincia de Hebei, no se unió a la iglesia católica oficial, que está bajo la autoridad del gobierno comunista chino y no reconoce la primacía del Papa.
"Aunque fue liberado, todavía está bajo vigilancia", dijo la Fundación, que agregó que otros seis obispos católicos romanos permanecen presos en cárceles de China.
Pekín carece de vínculos oficiales con el Vaticano desde 1951, e insiste en que las relaciones no podrán retomarse hasta que la Santa Sede deje de reconocer la soberanía de la isla de Taiwán, que China considera una "provincia rebelde".
"Esperamos que esta liberación no sea un caso aislado, sino más bien el inicio de la liberación de muchas decenas de otros obispos, sacerdotes y fieles católicos actualmente encarcelados por las autoridades chinas", dijo un vocero de la Fundación.
"Esto mostraría la sinceridad de China sobre su deseo de mejorar sus relaciones con el Vaticano y su política de derechos humanos", agregó.
Desde la interrupción de las relaciones entre ambos estados, dos iglesias católicas coexisten en China, una clandestina leal al Papa y otra "oficial" que desconoce la autoridad del Vaticano.
La iglesia reconocida por el Estado tiene unos cuatro millones de fieles, según cifras oficiales. El Vaticano estima que la iglesia clandestina suma entre ocho y diez millones de fieles. (Télam)
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