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 domingo, 27 de agosto de 2006  
Mercados
Llegaron días de tranquilidad para las finanzas internacionales
En este contexto, el peso tendería a devaluarse. Los bonos en dólares siguen gozando de buena salud

Salvador Di Stéfano

Los mercados financieros internacionales lucen con mayor calma. La tasa de retorno de los bonos de tesorería estadounidense se ubica en el 4,8% anual, un nivel muy bajo sí se lo mide con las expectativas que se tenían un mes atrás, en un clima de más distensión.

La economía estadounidense muestra indicadores más claros respecto de una desaceleración económica, observándose el fin de la burbuja inmobiliaria.

En el plano internacional también fue noticia China, ya que hay una gran presión para que reevalúe su moneda, el yuan, pero no hay señales por ahora de reevaluación, aunque se comienzan a observar síntomas negativos en la economía de dicho país, que ha tenido que subir los tipos de interés y se sospecha de problemas en su sistema financiero.

Las noticias de desaceleración económica en Estados Unidos y peligro en la salud económica de China han mostrado mercados más erráticos e invadidos por la incertidumbre que en poco ayudan a una mejora en los mercados mundiales.

En Argentina se conocieron algunos datos económicos positivos como, por ejemplo, el fuerte superávit fiscal que anunció el gobierno y que ya supera los niveles alcanzados un año atrás.

Este superávit se sustenta en una fuerte suba de los ingresos respecto a un año atrás, la presión tributaria en Argentina se ubica cerca del 28% del PBI, nivel realmente muy elevado, mientras que el gasto público tiene una relación del 26,5% del PBI.

Esto quiere decir que el gasto del Estado representa algo más de un cuarto de la oferta de bienes y servicios en la Argentina. La preocupación es que se está teniendo un superávit fiscal que no es muy holgado, con la mayor presión tributaria y con el nivel de gasto público más alto de la historia Argentina.

La pregunta es que pasaría si hubiera una desaceleración económica o una recesión. Algo que se está comenzando a observar, ya que si se mira la serie de recaudación se notaría que entre los meses de abril y junio se obtuvo igual recaudación de IVA, impuesto al cheque e internos.

Esto estaría denotando cierto estancamiento en las ventas, que de seguir confirmándose en los meses sucesivos debería llevar a tomar algunas precauciones.

También se conocieron los datos de la balanza comercial, allí se observa una fuerte suba de las importaciones, un estancamiento de las exportaciones que sólo crecen muy poco por precio y caen las cantidades exportados y un saldo de balanza comercial que es menor al del año anterior.

Si en la segunda parte del año la brecha entre exportaciones e importaciones disminuye esto es bueno para el gobierno, porque sobrarían menos dólares en el mercado que podrían ser adquiridos más fácilmente por el superávit fiscal que está obteniendo el Estado.

Frente a esto el gobierno podría apuntar a cerrar más la economía a futuro. Está claro que el gobierno no tiene vocación para bajar tributos. La fuerte caída del desempleo ayudó para que en los últimos años se incorporaran nuevos consumidores al escenario económico, algo que difícilmente ocurra a futuro porque el desempleo llega a niveles del 10% y ya hay poco margen para una incorporación masiva de trabajadores al mercado con una inversión ausente.

Por ende, el gobierno podría tomar el atajo de devaluar el tipo de cambio en la última parte del año para poder paliar la desaceleración económica, a costa de sacrificar algo más de inflación y pobreza.


Perspectivas
En este escenario se observa un tipo de cambio para fin de año más cerca de 3,30-3,40 que de 3,10-3,15 como dice el gobierno.

La tasa de interés llegó a los dos dígitos para quedarse y no se espera que a futuro vuelva a ubicarse en un digito.

Los bonos en dólares tienen recorrido alcista si el contexto internacional sigue mostrando una baja de los tipos de interés en Estados Unidos, mientras que los bonos en pesos siguen presos del mentiroso índice de inflación.

Las acciones siguen en el letargo, debería ingresar volumen para despegar, si el Merval supera el nivel de 1.720 puntos tiene todo para festejar, pero mientras sigue deambulando la zona de los 1.650 puntos -con escasez de volumen- la abulia seguirá reinando en la plaza accionaría.

Todo más tranquilo, pero falta adrenalina.
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