Los bronces. El vandalismo obliga al municipio a seguir reemplazando esculturas y placas por ejemplares de poliester

Retiran la estatua a Belgrano, que de tan corroída estuvo por caerse

Un banco puso los fondos para la restauración, a cargo de 17 especialistas que en un mes la dejarán como nueva

Laura Vilche / La Capital

Durante un mes desaparecerá del parque Independencia la escultura de Manuel Belgrano. La estatua ecuestre que se levanta desde hace 78 años en bulevar Oroño y avenida Lugones será retirada pasado mañana porque tiene su estructura interna de hierro (anclaje) completamente corroída. "Estuvo a punto de caerse", reveló el titular del Departamento de Restauración, Marcelo Castaño, quien anticipó que en unos 30 días un equipo de 17 especialistas dejará la obra como nueva. Los trabajos con el basamento de la escultura comenzaron hace cinco meses. El costo total de la restauración asciende a 135 mil pesos, monto que aportó el Banco de Galicia en el marco de su centenario en el país. Esta labor se suma al Programa de Restauración de Monumentos Históricos que tiene más de 300 obras inventariadas. Y sus integrantes se ven obligados "constantemente", según indicó Castaño, a restaurar sobre lo restaurado y reemplazar los ejemplares de bronce por muletos de poliéster a causa del vandalismo.

Con bisturí en mano se realizó el diagnóstico de la obra que se instaló en el bulevar en 1928 (ver aparte). Primero se tomaron muestras químicas y microfotografías. "El problema -dijo Castaño- fue cuando abrimos la trampa (la pieza que se suelda por fuera y en último lugar de la obra), allí ingresamos a su interior y nos dimos cuenta de que estaba completamente podrida a causa de la humedad provocada por múltiples filtraciones".

El restaurador explicó que la escultura de Belgrano no es una pieza única; sus partes se van soldando y abulonando por dentro y se deja una única para el final que, a manera de tapa, permite bucear en su interior. El anclaje de hierro corroído fue retirado (sus piezas están expuestas en el primer piso del edificio de la aduana). La subsecretaria de Obras Públicas, Alicia Pino, rescató la ayuda económica del Banco de Galicia para rescatar esta escultura que es parte del patrimonio de la ciudad. "Con su aporte económico se compraron herramientas y materiales para esta restauración, que quedarán para la repartición, y los representantes del banco ya nos anunciaron que harán más aportes de este tipo el año entrante", anticipó la funcionaria.


Al galpón
Tras realizar esos primeros auxilios se comenzó a trabajar sobre el basamento. "Se lo limpió porque su superficie granítica tenía incrustaciones diversas y pegatinas de todo tipo. Había hasta manchas de huevo. Y algunos bloques de mármol que estaban rotos se repusieron con poliéster", contó Castaño.

Ahora quedan los trabajos de limpieza con el prócer, su bandera y el caballo. La pieza será trasladada al Galpón 17 de Restauración ubicado a la vera del río sobre calle Estévez Boero. "Le haremos un nuevo anclaje de acero inoxidable con la intención que dure unos 500 años", exageró el restaurador. Pero además, se repararán las microfisuras que se produjeron cuando el hierro interior se oxidó y expandió, lo que provocó la perforación del bronce. "Sobre todo quedaron muy afectadas las patas traseras del caballo que es donde se asienta la estatua, por eso estuvo a punto de caerse", afirmó Castaño.

Cuando se le pregunta al profesional por el tiempo que le llevará el trabajo, se arma de paciencia. "Esta es una labor artesanal, no me canso de decirlo. En una oportunidad, un funcionario de Cultura provincial ironizó con nuestra labor sobre la estatua de San Martín. Dijo que tardábamos demasiado. Como tantos aún del campo artístico, no entiende que esto implica un trabajo meticuloso. No se limpia agresivamente con ácido y se pinta, sino que se trabaja cuidadosamente, punto por punto con bisturí; si no, podríamos echar a perder la pieza ", subrayó.

La estructura está emplazada desde hace 78 años en Oroño y avenida Lugones.