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domingo,
20 de
agosto de
2006 |
Los bronces. La estatua de San Martín ya hizo punta
Comienzan a enrejar los bustos
y monumentos para protegerlos
Imitan una medida que ya
fuera implementada en
Buenos Aires y que redujo en un 90 por ciento los ataques
"Es espantoso enrejar los monumentos pero debido a los robos y pintadas no nos queda otro remedio". La frase pertenece al titular de Restauración del municipio, Marcelo Castaño, quien junto a once estudiantes y profesores de arte integra el equipo estable de la dependencia. Ellos se encargan de reemplazar bustos y placas de bronce por ejemplares de poliéster, y restauran una y otra vez sobre lo restaurado. "Reemplazamos las once placas de bronce del monumento a Sarmiento, a los cuatro días se habían robado siete y ahora no hay ninguna", se quejó Castaño. Ahora se comenzó a echar mano a la estrategia de poner rejas: la estatua de San Martín y la escultura de la fuente de plaza Pringles, ya hicieron punta. Así se imita una medida que se implementó en Buenos Aires y permitió frenar en un 90 por ciento los ataques.
Pero el vandalismo no termina allí. El restaurador dice que se convirtió en una manía romperles las manos a las estatuas de imágenes femeninas de la fuente del parque Francés (Pellegrini y Oroño). "Las arreglamos -agregó- y las vuelven a romper".
Si uno visita el galpón 17 del Parque a la Bandera donde se ubica el taller de los especialistas se pueden observar placas de poliester y esculturas de cemento idénticas a las originales. Entre ellas El Gladiador del escultor Borghese, ubicada en Oroño y Córdoba, donde la copia de hormigón reemplazará a la verdadera de bronce. Y en todo los casos se buscan nuevos lugares para las originales; espacios bajo llave de las dependencias públicas.
Otra de las obras castigadas con saña es la Fuente de los Españoles del Rosedal. "Cada vez que la observamos, le falta una pieza", se quejó Castaño. Se trata de una obra de cerámica que fue donada por la colectividad española a la ciudad e inaugurada en 1930. Tiene tres pisos y bancos cuyos respaldos reproducen escenas, danzas y costumbres de España y pisos de mosaicos azules y blancos. Para armarla, la fábrica española envió sus operarios especializados y hoy está en ruinas.
"El deterioro del patrimonio por destrozos es un problema cultural. Hemos encontrado monumentos enchastrados con mayonesa y pintados con aerosoles con todo tipo de leyendas, hay cosas difíciles de entender", denunció Castaño.
Ya en febrero de 2003 La Capital había publicado una nota en la que se daba cuenta de que se habían retirado 30 esculturas de bronce de las plazas y parques. Algunas de ellas, las ubicadas tras el Museo Castagnino, los bustos de la plaza Pringles y obras de los parques España, Independencia, la plaza Guernica y el bulevar Oroño.
Y en noviembre del año anterior habían sido 50 los bustos reemplazados por réplicas de cemento patinadas. Entre las que se cambiaron estaban las esculturas de Moisés Lebenshon, José Hernández, Fray Victoria y Julio Maiztegui.
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Fotos
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En el galpón 17, en el Parque a la Bandera, se encuentra el taller de los expertos donde se copian las figuras de bronce.
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