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miércoles,
09 de
agosto de
2006 |
Sin rutas ni combustibles, al borde de una crisis humanitaria
Ginebra. - Las agencias humanitarias de Naciones Unidas han decidido suspender por completo las entregas de ayuda al sur del Líbano debido al previsible incremento de la violencia que se desprende del anuncio israelí. Y es que Israel ha informado a la población que bombardeará "todo vehículo que circule al sur del río Litani", lo que incluye la ciudad de Tiro.
"Debido a la inseguridad, no saldrán hoy los convoyes hacia el sur del país", declaró en Ginebra la portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Christiane Berthiaume. "Israel ha excluido a los convoyes humanitarios de su advertencia, pero hemos decidido no volver al sur por seguridad", precisó.
Asfixiado por el bloqueo israelí, el Líbano está al borde de una crisis humanitaria de grandes proporciones, sobre todo en el sur, donde las organizaciones internacionales se aprestan a abrir una nueva ruta que permita subsistir a más de 22.000 personas. "Sería necesario enviar al menos dos convoyes de ayuda al día. Pero ese es realmente el mínimo; para que la población esté bien habría que mandar al menos seis, lo que dista mucho de la realidad", explicó Berthiaume.
Durante los últimos días, al menos en dos ocasiones los misiles de Israel han impactado contra vehículos que estaban a tan sólo una treintena de metros de los de la ONU. Las ONG continúan los llamamientos desesperados de alto el fuego y exigen la creación de un corredor humanitario seguro.
Berthiaume explicó que una misión de reconocimiento intentará hoy evaluar las oportunidades de cruzar el río Litani para retomar el envío de ayuda e intentarán hacerla llegar con barcos que atraquen en el puerto de Tiro. También se enviará ayuda por carretera, desde Siria, al norte del Líbano y a Beirut.
Sin embargo, una de las principales carreteras de acceso está cortada desde hace varios días por incursiones aéreas israelíes. "Es importante que el convoy pueda pasar ya que nuestras existencias en Beirut se reducen peligrosamente", advirtió Jennifer Pagonis, portavoz de la Alta Comisaría de la ONU para los refugiados.
El drama de los hospitales
La falta de combustible y energía ha provocado una situación especialmente dramática en los hospitales. "Tenemos pacientes que no saben qué futuro les espera. Su vida depende de máquinas que necesitan electricidad para funcionar", aseguró un doctor del hospital americano de Beirut.
El Líbano está a la espera de que la Fuerza Naval israelí ofrezca una garantía escrita de que no atacará, exigida por dos petroleros que esperan para entrar en el puerto con 87.000 toneladas de combustible.
Según datos oficiales del gobierno de Beirut, al menos 998 personas han muerto en este país desde el inicio de la ofensiva. Además, casi 3.500 personas han sido heridas y más de 915.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
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