Escalada bélica. La ONU discute una tregua, al tiempo que los combates se intensifican

Israel analiza una oferta libanesa de emplazar 15.000 soldados en el sur

Para Beirut supone una salida a la actual crisis que permitirá alcanzar un cese efectivo de las hostilidades

Beirut. - Los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y los guerrilleros de Hezbolá aumentaron ayer en el sur del país, al mismo tiempo que los delegados diplomáticos de las Naciones Unidas trataban de mantener a flote un plan de paz, pese a los reiterados pedidos árabes de que Israel se repliegue de inmediato del Líbano. Empero, el alto mando israelí indicó que se adentrará incluso más en el territorio libanés para destruir las baterías de cohetes de Hezbolá.

Al tiempo que los combates se intensificaban, diplomáticos en la sede de la ONU en Nueva York dijeron que la votación sobre la resolución para detener los enfrentamientos no tendrá lugar hasta mañana.

Los árabes insisten en que no es posible negociar una tregua o un plan de paz hasta que Israel retire sus fuerzas militares del Líbano. El gobierno libanés prometió destinar hasta 15.000 soldados a una posible fuerza de paz internacional emplazada en el sur del país e insistió que los días de Hezbolá como Estado dentro de un Estado llegarán pronto a su fin. El plan militar fue respaldado por dos miembros de Hezbolá en el gabinete libanés, cuyo grupo es patrocinado por Irán y Siria.

El primer ministro libanés Fuad Siniora ensalzó ayer la resistencia de Hezbolá, pero indicó que ha llegado el momento de que el Líbano "imponga su pleno control, autoridad y presencia" en la totalidad del país. "No habrá autoridad (alterna), nadie a cargo de las fuerzas (irregulares) ni otras armas que aquellas que posea el Estado libanés", indicó el político en declaraciones al canal de televisión Al-Arabiya.

El premier libanés también urgió a sus compatriotas a preparase para una guerra diplomática aún más dura que la "legendaria y resuelta" resistencia del grupo islamista Hezbolá a Israel.


Retiro condicionado
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, consideró "interesante" la propuesta libanesa sobre el emplazamiento de fuerzas, pero indicó que Israel es partidario de abandonar el sur del Líbano una vez que decida que Hezbolá no es ya una amenaza directa.

Ante el Consejo de Seguridad, Israel ofreció ayer la retirada de sus soldados del Líbano siempre y cuando se estacione allí una fuerte tropa de seguridad internacional. "Esta tropa debería ocuparse de que Israel nunca más pueda ser atacada desde el Líbano por la milicia radical shiíta. De ninguna manera puede surgir un vacío de poder que sea llenado por Hezbolá", afirmó el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman, durante una sesión del Consejo de Seguridad.

Por su parte, en Washington, el vocero del Departamento de Estado Sean McCormack consideró "significativa" la oferta libanesa.

En el 28º día del conflicto, los combates en tierra se intensificaron en el sur libanés y al menos 14 civiles libaneses murieron en ataques aéreos. Las cuadrillas de rescate retiraron otros 28 cadáveres de los escombros dejados por los ataques del lunes, con lo cual aumenta a 77 el número de libaneses muertos, la mayor cifra desque comenzó la guerra. Israel informó de tres soldados muertos ayer, pero no mencionó bajas de civiles.

La artillería israelí castigó ayer la aldea meridional de Mimes y las colinas aledañas, y fue impuesto un toque de queda completo para todos los civiles que aún permanecen en la región.

Los convoyes de ayuda humanitaria podrán pasar pero todos los demás vehículos al sur del río Litani serán atacados, advirtió el ejército israelí el lunes por la noche. El toque de queda entró en vigencia a las 10 de la noche del lunes.

Los lugareños fueron informados de la prohibición de desplazamiento mediante panfletos arrojados por los aviones. Uno de ellos, encontrado en Tiro, advirtió que toda persona sorprendida en una carretera podrá ser considerada un terrorista. El documento iba firmado por "el Estado de Israel". El Estado judío indicó que la medida fue adoptada para evitar la transferencia de armas a la región desde terceros países.

Por otra parte, la marina israelí bombardeó por primera vez anoche el campo de refugiados palestino de Ain Helue, el más grande del Líbano, cerca de Sidón, la ciudad más poblada de la región meridional del país. Dos cañonazos de la armada fueron disparados contra el campo donde se encuentran refugiadas más de 50 mil personas.

El ejército de Israel informó además que al menos 160 cohetes alcanzaron ayer el norte de Israel, sobre todo dentro y en los alrededores de las localidades de Nahariya, Kiryat Shmona, Maalot y Safed. Ningún civil israelí falleció en estos ataques.


Bajo las bombas
Mientras tanto, los aviones y la artillería israelí castigaron una amplia zona del sur libanés, desde la costa mediterránea a puntos del interior. En Ghaziyeh, cerca de la ciudad costera de Sidón, por lo menos seis personas murieron a causa de los ataques, que alcanzaron los edificios cercanos a un cortejo fúnebre de algunas de las 15 víctimas fallecidas el lunes en un ataque similar. Las explosiones ocurrieron minutos después de pasar unas 1.500 personas, y el alcalde Mohammad Ghaddar advirtió que la cifra podría aumentar. Otro civil fue muerto en Rzoum, al noreste de Tiro. En el sur de Beirut, los equipos de rescate siguen sacando cadáveres de los edificios alcanzados la víspera por las bombas.

Algunos de los combates más intensos tuvieron lugar en la aldea de Bin Yebil, un reducto de Hezbolá que Israel ha intentado capturar desde hace varias semanas. Los tres soldados israelíes y 35 guerrilleros de Hezbolá murieron en los enfrentamientos, dijo el alto mando del Estado judío. Hezbolá no confirmó las muertes.

La televisión de Hezbolá dijo que al amanecer los guerrilleros atacaron a las fuerzas de Israel cerca de la aldea de Naqoura, a unos 4 kilómetros al norte de la frontera. Los militares israelíes dijeron que en esa área murieron dos reservistas.

Un libanés muestra el cuerpo sin vida de un bebé entre las ruinas de Beirut.