Un cinco estrellas con todo

El spa del Gran Hotel Termas de Chillán es bien conocido por su variedad de servicios y por estar justamente en medio de un paraíso de nieve surcado por pistas de esquí. Por eso será que lo buscan las familias. Porque el que no quiere esquiar, aprovecha el spa, la pileta termal, la escuela de montaña de los chicos, la sala de juegos, el gimnasio, las actividades para nieve, un estar con un fabuloso hogar de leñas, dos restaurantes, un bar y hasta la sala de Internet.

La noche en el hotel no es una noche más. Los chicos del equipo de animación siempre están preparados para ofrecer algo: puede ser danzas chilenas, nace una estrella o un espectáculo cómico. "Una mujer vino un año con los hijos y contó que lo había pasado más que bien porque mientras su esposo esquiaba, ella descansaba y ni se enteró de que los chicos estaban. Al año siguiente volvió con sus padres", cuenta Alejandra Belart, jefa de ventas internacional de la hotelera Somon Tour. "Es el resort de montaña que más actividades ofrece fuera de la nieve", dice y quizás esto es lo que más resume la oferta de este resort.

Y la otra gran atracción es la cocina. Con una gran variedad de platos y la carta de vinos más grande de Chile, con 306 etiquetas. Una gran mesa ofrece entradas con tenedor libre y platos exquisitos. Allí se pueden elegir, entre muchas otras cosas, el cebiche (combinación de pescados cocidos con limón, pimienta y sal), un grawalax de salmón (salmón con una marinada de azúcar, sal y eneldo) o el tradicional picoroco, un molusco que crece pegado a la piedra. Fiambres, quesos y verduras grilladas también forman parte de esta oferta. Pero si el plato inicial fue bueno y abundante, el principal no se queda atrás: desde los bifes o preparados con emú (una especie de avestruz chileno), jabalí, ciervo, costillares de cerdos, hasta el congrio (uno de los mejores pescados chilenos que se sirve frito, escabechado o salseado), la carta ofrece variedades para todos los gustos. ¿Se quedó con hambre? Anote: risotto de jamón serrano, tomate seco y salsa de estragón, salmón con puré de palmitos, pierna de cordero braceada en su jugo con puré de alcachofas? y la lista sigue.

Los sábados, el hotel prepara la Cena Vulcano, una velada que se corona con un postre flambeado con forma de volcán, que los mozos traen en "erupción".