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 domingo, 16 de julio de 2006  
Renovada. La actriz habla de su debut como vedete
Catherine Fulop: "Más allá de la mujer sexy, quiero que la gente pueda ver también a la artista"
La actriz aseguró que la propuesta le permite articular distintas facetas de su actividad artística

Rodolfo Bella / Escenario

Catherine Fulop se puso las plumas para trabajar en "Un país de revista", la propuesta para la cual asegura que Jorge Guinzburg la esperó durante cinco años. Además de tener que perfeccionar su destreza como bailarina, según contó a La Capital, aceptarlo fue un desafío: "En la revista uno está más expuesto que en una obra de teatro, porque ahí arriba eres tu misma hablándole al público y no te puedes escudar detrás de un personaje", explicó. Aunque confesó que la experiencia le confirmó que fue una decisión correcta, dijo que el atractivo físico, una de las condiciones para ser vedete, puede "jugar en contra" para una artista: "Muchos creen que si eres sexy, haces gimnasia o telenovelas, no puedes hacer otra cosa", dijo la artista.

-¿Cómo te preparaste para tu trabajo en la revista?

-Cuando me lo ofreció Jorge, me pareció bárbaro porque era la oportunidad de hacer algo que tenía ganas de hacer, como es cantar y bailar, hacer un monólogo. Empecé rápidamente con clases de danza. Era todo un reto y decidí que era un buen momento para profundizar en eso y dedicarme a esto que me apasiona.

-¿Pudiste aplicar en la revista lo que aprendiste en las clases de teatro con Julio Chávez y Augusto Fernández?

-Eso es teatro más clásico y un poco más comprometido que no tiene nada que ver con esto, pero igual se pueden aplicar los conocimientos en todas las áreas, como el creerte el personaje. Por ejemplo, pienso que la revista tiene una particularidad que es que uno está más expuesto que en una obra de teatro, porque ahí arriba eres tu misma hablándole al público con un monólogo. Es decir que no te puedes escudar detrás de un personaje hablando de cosas que a lo mejor son íntimas.

-¿De qué hablás en el monólogo?

-Hablo de los sueños que tenía, que quería ser una actriz dramática y que terminé haciendo revista y sketches cómicos. La revista tiene ese costado de comicidad y hasta de vulgaridad que es parte dl género y hay que aceptarlo como tal. Entonces sí, se pueden aplicar todas las cosas que uno aprende en teatro o en el entrenamiento, porque a mi ya no me aceptan como alumna sino como actriz que va a entrenar. Ya estoy vieja para ser alumna... (risas).

-¿Cuándo empieza y cuándo termina el personaje de vedete?

-Creo que mi personaje de vedete empieza justo cuando me pongo las medias de red o cuando empiezo a ponerme la purpurina. Y me la tengo que creer: soy la tipa seductora, sexy, que está divina... Y realmente fue como un esfuerzo, porque no es que esto me agarra a los veinte añitos que uno se lleva el mundo por delante. Yo estoy en una edad en que a lo mejor no tengo tantas ganas de estar superseduciendo. Me lo venían ofreciendo tanto que acepté y me divierte hacerlo, no lo cuestiono porque lo acepté antes que se me pasara el cuarto de hora (risas).

-¿En el verano también vas a entrar en la clásica "guerra de las vedetes"?

-De este mundillo lo que más me asustaba era eso porque me parece que se bastardea el género, cuando es algo que es muy argentino y que por esto mismo debería ser más respetado y hasta la misma gente que lo integra debería darle el respeto que se merece. Tu vas a París y está el music hall, el Lido, y acá tenemos la revista, que es muy porteña, pero se bastardea porque se reduce a la chica que tiene lolas, y a la pelea con la otra para que la gente vaya a verlas, y yo la verdad no me engancho en esa. Si fuera así creo que no lo soportaría.

-Te enfrentás a leyendas como Nélida Lobato, Nélida Roca...

-Justamente creo que uno de los méritos de este espectáculo es que se reviva la antigua revista. Me hablaron tanto de Nélida Lobato, de Nélida Roca, y no me las imagino a ellas en una situación de guerra de vedetes. Todo lo contrario, eran mujeres que hasta no se dejaban ver mucho en público. Era como su estrategia y en estos casos es beneficioso tener ese perfil. A veces estás tan expuesta y muestras tanto que creo que la gente se asquea y piensan "¿para qué la voy a ir a ver al teatro si ya muestra todo en todos los programas y salen en bolas en todas las revistas?". A mi me gusta hacer fotografía sexy, me parece que son divinas y me encanta poder expresar sensualidad con el cuerpo y todo eso, pero creo que existe un límite para mostrarse.

-Nélida Roca, Nélida Lobato son referentes de la mujer en la revista, ¿qué cambió como para que ahora también Florencia de la V sea una estrella de ese género?

-Hay algo que no es exactamente la esencia, y por eso supongo que le pusieron ese nombre, "Diferente". A Florencia de verdad le tengo un gran aprecio, me cae súper bien, me parece ingeniosa, graciosísima, inteligente, entonces es que hay para todos los gustos. Si la gente la elige, es porque algo ella tiene para mostrar.

-¿Por qué le llevó cinco años a Jorge Guinzburg convencerte?

-En realidad porque esto no era mi deseo. Mi deseo no era ser una vedete, ni que me sigan viendo sexy por más que a veces, está todo bien, me ponía sexy, pero yo quiero que más allá de la mujer que se podía ver sexy, la gente también pueda ver a la actriz, a la artista.

-¿Seguís deseando eso?

-Sí, por supuesto, lo sigo deseando, pero creo que en buena medida lo logré con este espectáculo. Más allá de poder verme sexy, porque de hecho me veo muy bien cuando me pongo las plumas, los estrases, el tetero y mi tanguita, evidentemente tengo 41 años, creo que la gente ve a la artista. Es lindo cuando hago el monólogo porque la gente ve que puedo expresar otras cosas. Puedo ser graciosa, junto a José Luis Gioia, a Gladys Florimonte, al Bicho Gómez, entonces creo que la gente logra ver no sólo a la chica sexy. Sabía que Jorge iba a respetar mis deseos, por eso pensé que era una linda oportunidad para entrar en un género tan popular. De todas maneras, siento como que no me ven como la actriz dramática, pero ya llegará el tiempo y si no llega, bueno, mientras tanto puedo hacer algo que me gusta, con una persona seria como Jorge, que se que hace las cosas bien.

-¿Cuál es tu relación con Venezuela?

-Viajo poco porque mis hijas están en el colegio, y ahora con el teatro menos. Después me voy a Carlos Paz con la compañía. Lo que más extraño es a mi familia, pero me siento muy bien en Argentina, tengo trabajo, mi hogar, mis hijas, mi marido. Siento que Venezuela debería estar muy bien pero nuestros gobernantes no terminan de sacar el país adelante y están pendientes de sus propios intereses. Además se descuida muchísimo la parte cultural. Acá hay mucha movida cultural y para una actriz es un sueño estar en Argentina.
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La actriz venezolana disfruta del éxito teatral de "Un país de revista".

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