|
domingo,
16 de
julio de
2006 |
Timbúes: un polo portuario donde
la planificación le ganó a la urgencia
El anuncio de las multinacionales Dreyfus y Noble de montar en simultáneo terminales portuarias y fábricas de procesamiento de soja dieron el puntapié inicial para consolidar a Timbúes como un nuevo eslabón en la expansión del complejo oleaginoso. Sin embargo, desde la región aprendieron de los errores ajenos y definieron una estrategia propia de ordenamiento urbano e industrial para no lamentarse sobre el hecho consumado.
Mientras en los últimos las localidades del Gran Rosario como San Lorenzo, Puerto San Martín, Fray Luis Beltrán disputan espacios propios frente a la intención de las compañías por ampliar su capacidad instalada -que acarrea fundamentalmente problemas en la vida de sus habitantes- Timbúes pudo (por una cuestión de tiempo) y quiso (como fruto de una decisión política) definir las reglas de juego con anticipación.
"Estamos más preparados que el resto de la región", dijo Néstor Sánchez, intendente comunal de esa localidad y esto fue así porque "tuvimos tiempo para planificar asentamientos a ocho kilómetros del casco urbano".
En el plan estratégico de Timbúes está contemplado que la zona industrial se extienda por la costa que va desde el límite sur con Puerto General San Martín hasta la boya 470 y a 2.000 metros de la costa. "Esto evita la contaminación y los problemas medioambientales porque se está a más de 8 kilómetros de la zona urbana", explicó Sánchez.
Por otra parte, se previó una avenida circunvalación para cuando el gobierno nacional licite el camino de ingreso de camiones hacia los puertos.
En tanto, en el límite noroeste -que está bañado por el río Carcarañá- habrá una zona de 500 metros donde se desarrollará el área turística.
"Entra zona turística y la industrial hay más de tres kilómetros, por tanto una no afecta a la otra", dijo Sánchez.
El nuevo polo de Timbúes es una zona privilegiada con 15 kilómetros de costa sobre el río Coronda, que tiene una profundidad natural de hasta 40 pies, y donde al momento del anuncio de la radicación de las terminales -en 2005- la especulación inmobiliaria llevó la hectárea de terrenos a precios cercanos a los 15 mil dólares.
La zona también fue elegida para montar la nueva central térmica de 800 megawatios que el gobierno nacional anunció para paliar la crisis energética, en un predio de 20 hectáreas.
En tanto, otras inversiones vinculadas con el complejo agroindustrial siguen mirando con gran interés a la zona. La más promocionada es la radicación que la firma Profertil piensa realizar en la región -y Timbúes es gran candidata- para montar una planta de fertilizantes.
Según Sánchez, aún quedan disponibles alrededor de 1.400 metros, unos 14 kilómetros de costa para cualquier radicación de tipo industrial.
Además de la adecuación de la infraestructura en materia de caminos, el sector público y privado lograron en Timbúes concretar obras relacionadas con el tendido de líneas de distribución energética para el abastecimiento a la zona industrial.
Por otra parte, la comuna de Timbúes también marcó una bisagra en la definición de un plan que también contempló una política tributaria propia. Con no pocos inconvenientes, desde esa administración se reclamó a las empresas el pago de tributos comunales, que fueron resistidos en un principio e incluso cuestionados por el gobierno provincial argumentando que de este modo se espantaban las inversiones. Sin embargo, quedó demostrado que las ventajas para las multinacionales de radicarse en una de las pocas zonas ribereñas más competitivas eran más fuertes que acceder a la carga tributaria comunal.
"Esto no representa inestabilidad jurídica, tenemos la conciencia tranquila de que al desarrollo también tienen que contribuir los que hacen grandes negocios y no sólo los obreros y los jubilados de esta localidad", refutó Sánchez.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Dede las instalaciones del puerto de Noble ya partió la primera exportación sojera.
|
|
|