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sábado,
24 de
junio de
2006 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Tengo un amigo, quien cada vez que lo encuentro me inspira. Hablábamos de Belgrano, anteayer, tomando un café y me hizo acordar de las máximas de San Martín para su hija. Aprovechemos, Inocencio, para recordar esas máximas que muchos políticos deberían recordar o aprender: "Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que no perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: "Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos". Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira. Inspirarla a una gran confianza y amistad, pero uniendo el respeto. Estimular en Mercedes la caridad con los pobres". Siga, Inocencio.
-"Respeto sobre la propiedad ajena. Acostumbrarla a guardar un secreto. Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones. Dulzura con los criados, pobres y viejos. Que hable poco y lo preciso. Acostumbrarla a estar formal en la mesa. Amor al aseo y desprecio al lujo. Inspirarle amor por la Patria y por la libertad".
-Y es bueno recordar, de paso, el testamento del general. Obviamos, para hacerlo más inteligible, los considerados errores ortográficos conforme a las reglas gramaticales de nuestra época: "París, 23 de enero de 1844. En el nombre de Dios todo poderoso a quien conozco como Hacedor del universo: Digo yo José de San Martín, generalísimo de la República del Perú y fundador de su libertad, Capitán General de la de Chile y Brigadier General de la confederación Argentina, que visto el mal estado de mi salud, declaro por el presente testamento lo siguiente: Primero. Dejo por mi absoluta heredera de mis bienes, habidos y por haber a mi única hija Mercedes de San Martín actualmente casada con Mariano Balcarce. 2) Es mi expresa voluntad el que mi hija suministre a mi hermana María Elena, una pensión de mil frans. anuales, y a su fallecimiento se continúe pagando a su hija Petronila, una de 250 hasta su muerte, sin que para asegurar este don que hago a mi hermana y sobrina, sea necesaria otra hipoteca que la confianza que me asiste de que mi hija y sus herederos cumplirán religiosamente ésta mi voluntad. 3) El Sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al general de la República Argentina don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción, que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que tratan de humillarla.
-Legado que muchos trataron de no hacer saber en mucho tiempo a los educandos argentinos por repudiable interés ideológico. Pero siga.
-Cuarto: Prohíbo el que se me haga ningún género de funeral, y desde el lugar en que falleciere se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento, pero sí desearía el que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires. 5) Declaro no deber ni haber jamás debido nada, a nadie. 6) Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de esta y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura todos mis esmeros, haciendo mi vejez feliz. Yo le ruego continúe con el mismo cuidado y contracción la educación de sus hijas (a las que abrazo con todo mi corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido; igual encargo hago a su esposo, cuya honradez y hombría de bien no ha desmentido la opinión que había formado de él, lo que me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi hija y nietas. 7) Todo otro testamento o disposición anterior al presente queda nulo y sin ningún valor. Hecho en París a veinte y tres de Enero del año de mil ochocientos cuarenta y cuatro, y escrito todo el de mi puño y letra. José de San Martín".
-Este, amigos, es el hombre que dijo: "De los tres tercios de los habitantes de que se compone el mundo, dos y medio son necios y el resto pícaros, con muy poca excepción de hombres de bien". Y este otro pensamiento que tan bien calza en nuestro tiempo: "Si sentimientos menos nobles que los que poseo en favor de este suelo fuesen mi norte, yo aprovecharía de esta coyuntura para engañar a ese heroico pero desgraciado suelo, como lo han hecho unos cuantos demagogos que sus locas teorías lo han precipitado en los males que lo afligen". Sin palabras.
Candi II
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"No hace falta aumentar el boleto para que nos suban el sueldo a los choferes"
Manuel Cornejo
Titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA)
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