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jueves,
22 de
junio de
2006 |
Jugando contra un ídolo
Los futbolistas brasileños enfrentarán
a uno de sus referentes: Zico
Jugando contra un ídolo. Ese podría ser el nombre tentativo de la película que animarán Brasil y Japón. Y la razón esta dada en que Arthur Antunes Coimbra —Zico para el mundo del fútbol— es, además de entrenador de Japón, ídolo de la mayoría de los jugadores brasileños. “Ya jugamos contra el Japón de Zico antes. Enfrentaremos a un adversario, no a un entrenador. Aunque sea un entrenador e ídolo brasileño”, aseguró Kaká, volante de Milan.
Pero para Adriano, existe un poco más de sentimentalismo, ya que fue jugador de Flamengo y siempre tuvo más cerca a Zico. Por eso su discurso es más cariñoso. “Zico tiene un conocimiento muy grande de la selección brasileña. Nosotros tenemos la responsabilidad de ganar el partido para quedar en el primer lugar del grupo, seguramente el equipo japonés no se va a desconcentrar en ningún momento”, explicó el artillero de Inter.
Adriano y Juninho Pernambucano también enviaron sus mensajes personales a Zico. “El fue un gran jugador, y seguramente quiere mostrar su desempeño como entrenador”, expresó el delantero. “Simpatizo mucho con él, porque fue mi ídolo desde pequeño”, añadió Juninho Pernambucano.
Del otro lado, Zico. “Brasil no es ningún monstruo. No vamos a enfrentarnos con ningún monstruo de horrible aspecto. Son un equipo poderoso pero, como profesionales que somos representando a Japón, nunca debemos bajar la guardia mientras haya una mínima esperanza”, declaró Zico. El ex internacional brasileño trató de inculcar su optimismo en el equipo, que tiene un solo punto en el grupo F y necesita la victoria sobre Brasil al menos por dos goles de diferencia para tener posibilidades de clasificarse.
Zico recordó que Brasil perdió contra Noruega en Francia 98 en el tercer partido de su grupo, una vez que tenía asegurada la clasificación. “Perdieron porque se despreocuparon un poco después de haberse asegurado la clasificación. Ahora puede pasar lo mismo”, afirmó Zico, quien trabajaba como asesor de la selección brasileña en ese torneo.
Hurgando entre los antecedentes que pueden alimentar su optimismo, Zico recordó también que Japón empató 2 a 2 con Brasil en la primera ronda de la Copa de las Confederaciones, el año pasado en Alemania, y el equipo asiático, incluso, pudo haber ganado si el árbitro no le hubiera señalado un fuera de juego que terminó en gol.
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Por el milagro. Zico tratará de torcer la historia nipona.
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