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 jueves, 22 de junio de 2006  
Calza como un guabte
Argentina ganó su grupo y enfrentará el sábado a México, un rival accesible

Mauricio Tallone / Ovación Mundial

La selección nacional empató con Holanda, se adjudicó el Grupo C y ya tiene rival en octavos de final. En los papeles, México calza como un guante a las aspiraciones del equipo argentino para seguir avanzando en el Mundial. Pero esto es fútbol y no siempre 90 minutos están atados a una simple mirada lineal.

  La referencia no significa que el pase a cuartos esté asegurado ni mucho menos. Simplemente refleja la realidad que entregó la ronda clasificatoria, el mejor parámetro para medir potencialidades.

  Mientras la selección nacional ganó el Grupo C demostrando su mejor cara colectiva, sobre todo pasando por las ruinas de Serbia y Montenegro y Costa de Marfil, México entró a octavos en puntas de pie y penando. Incluso, si Angola se hubiera animado un poco más ante Irán, quizás estás líneas estarían dedicadas a analizar las virtudes y defectos de los africanos.

  Presentada la cuestión coyuntural, el próximo paso es intentar desmenuzar al rival del sábado en Leipzig. ¿Con qué clase de equipo se encontrará la selección?

  El interrogante aventura una buena y una mala noticia. La primera es que México es un conjunto endeble colectivamente, cuyo funcionamiento viene atado con alambre. Es muy ganable para Argentina. No es casualidad que la prensa azteca critique cada decisión de Ricardo Lavolpe. Pero paradójicamente la mala noticia es la presencia del DT argentino, un especialista en embarrarle la cancha a rivales de la talla de Argentina y Brasil. De hecho, México jugó un buen partido ante la selección en la Copa de las Confederaciones del año pasado y perdió por penales.

  Generalmente, la formación de Lavolpe se estructura con un 4-3-1-2 como esquema táctico, con el eterno Pavel Pardo como el mejor engranaje del circuito ofensivo. En sus pies se inician los ataques para las corridas de Osmar Bravo —autor de dos goles en el debut ante Irán— y el nacionalizado Guillermo Franco. La pata chueca está en la zona media y en las ventajas que entrega por los costados defensivos, con Salcido y Osorio, y por el lado de Zinha. Habitualmente esos errores son subsanados por Rafa Márquez, el jugador de Barcelona, aunque el defensor no está en su mejor nivel.

  No se pretende subestimar a México con este análisis. Pero si de algo puede estar tranquilo Pekerman es que su equipo salió altamente beneficiado con el adversario que le tocó para seguir avanzando.
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