Argentina juega para ser líder

El equipo de Pekerman y Holanda buscan el primer puesto del grupo C

Argentina y Holanda revivirán esta tarde un clásico mundialista, pese a que ninguno de los dos equipos tiene demasiadas presiones, y solo definirán la ubicación en el grupo C de cara a los octavos de final. El encuentro está pautado para disputarse en Francfort a las 16 de Argentina y será dirigido por el español Luis Medina Cantalejo.

  El resultado es incierto por varias razones, ya que en primer lugar, los dos equipos presentarán numerosos cambios.

  La finalidad primordial de ambos entrenadores es la de preservar a los jugadores que ya fueron amonestados, para que lleguen limpios a la siguiente instancia.

  Y esto fue lo que ratificó José Pekerman, quien sólo admitió que Juan Román Riquelme volvería a ser el armador del equipo.

  Todas las conjeturas y suposiciones dejan de lado a Lionel Messi, quien casi con seguridad volverá a ocupar el banco de suplentes, pese a que todo el mundo futbolístico pretende que juegue desde el inicio.

  Pero también el entrenador holandés, Marco van Basten, tiene en mente hacer modificaciones, dado que pretende preservar a sus jugadores amonestados, entre ellos la figura naranja el delantero Arjen Robben.

  El atacante de Chelsea es el mejor hombre holandés hasta el momento y no jugará, algo que sí sucederá con el goleador de Manchester United Ruud van Nilstelrooy, que marcó un tanto en la victoria frente a Costa de Marfil.

  De la boca para afuera, Pekerman aseguró que Argentina saldrá a ganar el encuentro y que “mantendrá la línea de juego” de ataque de los dos primeros partidos.

  El cruce de octavos genera interrogantes de todo tipo, por cuanto el primero del grupo debería trasladarse a la lejana Leipzig para jugar el sábado, mientras que el segundo lo haría en Nuremberg el domingo.

  Desde ese ángulo de análisis cabe preguntarse si no conviene salir segundos ante rivales de igual o parecido potencial.

  Todo empezará a dilucidarse tras el pitazo inicial de Medina Cantalejo. Allí empezarán a cambiarse las palabras por los hechos. Cualquier lucubración corre el riesgo de ser ridícula al final de los noventa minutos.

  Lo que sí parece bastante probable es que a ninguno de los dos les seduzca la idea de entregar los puntos a pesar de alguna conveniencia futura. Es que las selecciones que son del primer nivel no pueden darse el lujo de jugar con ese tipo de situaciones que muchas veces resultan perjudiciales.

  Argentina debe salir a ganar. A pesar de lo que le toque en octavos de final y de que en una hipotética fase posterior se encuentre ni más ni menos que el país organizador, candidato por anfitrión y por historia.

El seleccionado argentino se mostró distendido en la última práctica.