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jueves,
25 de
mayo de
2006 |
CENTRAL CORDOBA VENCIO 3 a 2 A ESTUDIANTES Y PASO A LA FINAL DEL REDUCIDO DE LA B
El charrúa sigue alimentando el sueño
Mariano Bereznicki / La Capital
Hubo que esperar hasta que el tiempo suplementario comenzara con su función para que la adrenalina aumentara en los desesperados corazones charrúas. Si bien el miedo escénico se apoderó de la masa anfitriona cuando el delantero visitante Martella metió el latigazo en el primer minuto del alargue, hay que hacer hincapié que el dueño de casa pudo revertir el marcador minutos después merced al temple que sacó a relucir en medio de la adversidad. Y por eso, Central Córdoba terminó quitándose de encima a Estudiantes con un meritorio 3 a 2 y se metió en la final del torneo Reducido, que otorgará al campeón la chance de jugar la Promoción por un lugar en la B Nacional.
Era una final. Y había que afrontarla como tal. Máxime aun teniendo en cuenta que se jugaba en el Gabino Sosa. Y el calor y color que aportaron los simpatizantes de ley charrúas a lo largo de todo el encuentro le permitió a ese puñado de profesionales sacar la fuerza interior necesaria para dar vuelta la triste historia que los estaba envolviendo.
En cuanto al desarrollo del juego en sí, hay que remarcar que Central Córdoba y Estudiantes ofrecieron escasas variantes. Sobre todo en lo extrictamente táctico.
Los anfitriones fueron los primeros en hacer estallar las gargantas. Transcurrían apenas cuatro minutos del complemento cuando Ezequiel Petrovelli metió un potente remate seco al segundo palo. ¿Qué pasó en el primer acto? Hubo sólo dos jugadas que sacudieron la modorra a los presentes. La primera fue para la visita vía Graieb y la otra por intermedio de Mauro Conocchiari, que el arquero Morales alcanzó a ahogarle el grito al goleador local.
Todo era fiesta en las pobladas tribunas charrúas. Y no era para menos, si Córdoba estaba accediendo a la final. Pero cuando faltaba poco para que se baje el telón, Lucas Martella metió un testazo que terminó empardando las acciones y quebrando en invicto de 592 minutos que obstentaba Diego Fernández. Fue entonces que hubo que recurrir al tiempo suplementario para ver cuál de los dos seguía en carrera.
Y el silencio se apoderó por completo del Gabino cuando Lucas Martella volvió a vulnerar a Fernández, esta vez ni bien comenzó a jugarse el alargue. Parecía que el sueño se acababa.
Pero al ratito nomás apareció Petrovelli para nivelar el marcador a la salida de un tiro libre. Y al toque, Jorge Del Bono estampó, de puro guapo nomás, el 3 a 2.
El segundo tiempo del complementario no ofreció mucho en cuanto a situaciones de riesgo. Sólo sirvió para seguir alimentando el sueño de ganar este domingo la final del Reducido para tener después la chance ante Defensa y Justicia de retornar a la anhelada B Nacional.
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Fotos
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Mauro Conocchiari encabeza los festejos charrúas tras dejar en el camino a Estudiantes.
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