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domingo,
09 de
abril de
2006 |
Elecciones italianas 2006. Unas 47 millones de personas eligen nuevo gobierno
La economía juega su rol en las urnas
Los últimos sondeos dan al izquierdista Romano Prodi una leve ventaja sobre la coalición de Berlusconi
Roma.- Tras una enconada campaña electoral, los italianos deciden en las urnas si apartan del poder al primer ministro Silvio Berlusconi y optan por su rival mucho menos extravagante. Una derrota de Berlusconi pondría fin a un gobierno de cinco años que es el más prolongado de Italia desde la Segunda Guerra Mundial, y le quitaría al presidente estadounidense George W. Bush un fuerte aliado que ha enviado soldados a Irak.
Si su rival Romano Prodi tiene una leve ventaja y los votantes de los comicios de hoy y mañana están de mal humor, es porque tienen algunas razones: la economía se ha descarrilado, es difícil encontrar trabajo y el sistema de salud enfrenta una crisis. Pero los italianos no parecen demasiado inspirados ante las alternativas: Berlusconi es un magnate de los medios de comunicación con talento para decir cosas escandalosas; y Prodi es un profesor de economía de centroizquierda y ex primer ministro.
Ambos lideran coaliciones de partidos. La de Prodi incluye a moderados que apoyan al Vaticano y comunistas. Mientras que la de Berlusconi integra a demócratas cristianos, ex neofascistas y un partido anti-inmigración.
Berlusconi fue elegido con la esperanza de que su astucia para hacer negocios se pudiera reflejar en un auge económico para Italia, pero el crecimiento de la economía se ha frenado e incluso los empresarios le están dando la espalda.
Frustración laboral
Aunque sólo son un pálido eco de las protestas estudiantiles de Francia, grupos de jóvenes italianos expresan su frustración por un escenario laboral que cada vez más los acerca a contratos de trabajo de corto plazo en lugar del "empleo perfecto" que con frecuencia encontraban sus padres.
La tasa de los impuestos sobre la renta es casi del 40% para la clase media, pero los ciudadanos ven muy pocos beneficios a cambio. En el sistema nacional de salud, por citar sólo un ejemplo, las esperas por una mamografía de rutina o un examen del corazón pueden llevar meses.
Los críticos de Berlusconi lo acusan por haber aprobado leyes elaboradas especialmente para proteger sus intereses empresarios, y de ignorar asuntos urgentes de la economía, como la cada vez menor competitividad italiana, la elevada deuda pública y la creciente inseguridad laboral.
El premier también ha rechazado una serie de demandas por presuntos hechos de corrupción y conflictos de interés en su imperio de medios, que incluye la red de televisión más importante de Italia, y sus intereses en la industria editorial, de seguros y de bienes raíces.
Las encuestas están prohibidas antes de los comicios, pero la última -difundida hace 15 días- reveló que la coalición Casa delle Liberta de Berlusconi se sitúa ligeramente por detrás de L'Unione de Prodi. En consecuencia el voto de muchos de los indecisos será clave. En total pueden sufragar unos 47 millones de personas. Los electores votarán a 630 miembros de la Cámara de Diputados y a 315 senadores, agrupados en las dos coaliciones opuestas.
En un país donde nueve de cada 10 personas tiene su casa propia, Berlusconi prometió abolir los impuestos a las propiedades, mientras que Prodi alentó una disminución de los impuestos laborales para incrementar la creación de empleo.
El rendimiento económico de Italia ha sido decepcionante en los últimos cinco años, con un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de una media anual del 0,8% desde que Berlusconi asumiera el cargo, en 2001. En tanto, el déficit público aumentó un 4,1% del PBI y se espera que en 2006 supere por cuarto año consecutivo el límite del 3% fijado por la Unión Europea.
El voto desde el extranjero
Como nota novedosa, en los comicios votan por primera vez los más de un millón de italianos -sobre un total de 3,5 millones- que viven fuera de su país y que cumplían con los requisitos para sufragar, con una participación que mostró su punto máximo en la circunscripción de América latina (51,4% del padrón).
Argentina (55,84%) y Uruguay (63,49%) fueron los países con mayor participación en estos inéditos comicios celebrados desde el 26 de marzo hasta el 6 de abril, que permitían elegir seis diputados y 12 senadores y cuyo recuento comenzará mañana.
Los 47 millones de italianos habilitados para votar en su país, un 25% de los cuales permaneció indeciso hasta el final, según las encuestas, iniciaron ayer la muy necesitada "jornada de reflexión" antes de la apertura de las mesas, prevista para hoy a las 7 hora local (las 3 en Argentina).
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Berlusconi ha dado estabilidad política a Italia pero no la prometida prosperidad.
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