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 domingo, 09 de abril de 2006  
Una campaña marcada por una guerra de denuncias, insultos y grandes promesas
Perú: elecciones inéditas en medio de la eterna lucha de clases
Anticipan un virtual empate técnico entre los tres principales candidatos. Se definiría en una segunda vuelta

Lima.- Los peruanos irán hoy a las urnas para enfrentar una situación inédita en su país: los tres principales candidatos a presidente - el nacionalista Ollanta Humala, la conservadora Lourdes Flores y el socialdemócrata Alan García- llegan a la hora definitiva en un virtual empate técnico, y los expertos descartan que uno de ellos pueda llegar al 50% que evite una segunda vuelta. Sin embargo, detrás del clima de incertidumbre, las elecciones están marcadas por una vieja y conocida lucha de clases que divide al Perú, entre discursos políticos que destilan resentimiento y la presencia cada vez más fuerte de una gran masa campesina e indígena históricamente marginada.

Las encuestas ya no ofrecen ninguna certeza, y un 20% de indecisos puede jugar un papel desequilibrante a último momento. Según el más reciente sondeo, de la consultora Datum, Humala sigue como favorito con el 26% de las preferencias, seguido por Flores y García, ambos con 24%. En una encuesta de la firma CPI difundida el jueves, Flores iba primera con un 27,6%, seguida por Humala, con 25,9%, y García con 24,9%. Para la Universidad de Lima, mientras tanto, Humala se mantiene a la cabeza, Flores tendría el 25,6% y García el 21,9. Sin embargo, en una segunda vuelta, Humala caería al obtener sólo el 37%.

Virulentos ataques mutuos entre los tres "grandes" del proceso marcaron una campaña en la que las propuestas concretas fueron opacadas por los insultos, las denuncias y la explosión de promesas. "Hay una guerra de miedos tremenda", dijo Luis Benavente, director de la unidad encuestadora de la Universidad de Lima.

A Flores la calificaron como la "candidata de los ricos". A Humala lo llamaron el "salto al vacío" por sus propuestas de autoritarismo y estatización. García vio avisos televisivos que le recordaron los desastres económicos de su gestión (1985-90). Sin embargo, cualquiera sea el ganador, tendrá que entrar en negociaciones para conseguir gobernabilidad, ya que se descuenta que en el Congreso unicameral de 120 miembros no habrá ninguna fuerza que por sí sola se acerque a la mayoría absoluta. El proceso electoral amenaza con ser tan complejo que el resultado definitivo tardará unos 20 días en conocerse.


¿Se repetirá la historia?
El mayor atractivo de Humala, un ex teniente coronel del ejército, ha sido su propuesta de cambio, al prometer desterrar el modelo neoliberal que excluye a los pobres. Observando la tendencia de los procesos electorales de las últimas décadas, los peruanos eligen a quien perciben como el gestor de un cambio, al que no tiene un pasado de vínculos políticos, o a quien promete defender a los pobres.

Sucedió con Alan García en 1985, entonces un carismático joven, orador brillante, que llevó al poder al Partido Aprista, de centroizquierda, después de 50 años de lucha contra los sectores conservadores. En 1990, Alberto Fujimori derrotó al escritor Mario Vargas Llosa, que era visto por la población como representante de los blancos y ricos. En el 2001, el entonces candidato Alejandro Toledo, se convirtió en el primer presidente de raíces indígenas de la historia del Perú.

El discurso de Humala es frontal, directo y furibundo, con un acento en la defensa de los pobres en contraposición a los ricos. Por su pasado militar, la población lo identifica con la imagen de la firmeza, que creen que el Perú necesita para combatir la corrupción, el narcotráfico, la delincuencia y el terrorismo.

Pero sus modales, su temible clan familiar y un supuesto pasado de represor con vínculos con el fujimorismo, atemorizaron a los sectores altos y medios, que ven en él a un potencial autócrata que arrasará con la frágil democracia peruana.

Los inversionistas y empresarios peruanos tampoco están tranquilos. Tienen miedo de que Lourdes Flores, una conservadora bendecida por los mercados, no logre pasar a una segunda vuelta ante el presunto avance de García, quien durante su gobierno en los años 80 intentó estatizar la banca. Sin embargo, están más preocupados todavía por las propuestas poco claras de Humala, como las de imponer nuevos impuestos a las ganancias de las empresas para compartirlos con los más pobres, o revisar los contratos con las firmas extranjeras.
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El polémico Ollanta Humala se ve como ganador, pero perdió puntos en los sondeos.

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