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 domingo, 26 de marzo de 2006  
Miles de jóvenes repudiaron el Proceso al ritmo de Attaque 77
La Secretaría de Cultura provincial organizó el recital apuntando a resaltar la estética contestataria

Silvia Carafa / La Capital

Que nadie se llame a dudas. Todos y cada uno de los miles de jóvenes sabían exactamente a qué habían ido: el rock sería, una vez más, su modo de disentir, de reclamar, de hacer saber. Y tal como lo pensó la Secretaría de Cultura de la provincia, el recital de Attaque 77 articuló la memoria con el presente. Esa "muchachada", tal como los llamó Ciro Pertussi, el líder del grupo, tiene mucho que reclamar a la sociedad, porque hay cientos de razones que los "incomodan".

Jóvenes laburantes o con empleos precarios, sin trabajo o con pocas posibilidades de bancar un estudio, ganaron todo el espacio posible entre Moreno y el río. Con sus emblemas contestatarios, se hicieron eco de los temas musicales de las bandas que actuaron a partir de las 13. Pero el plato fuerte fue Attaque, que desde el escenario convocó a no olvidar y a resistir, como hicieron tres décadas atrás los treinta mil desaparecidos, a los que ellos ayer vivaron y de quienes aseguran haber tenido alguna noticia a través de sus padres o de la escuela.

Pero más allá de las certezas sobre aquellas luchas, sienten que los une la empatía de no ceder, de atreverse.

"Cuál es el precio que tenemos que pagar para que nuestros sueños se hagan realidad", tronó Attaque, y las miles de almas presentes lo corearon en la certeza de ser interpretados como emergentes de una realidad dolorosa. "No hace falta que una canción diga algo explícitamente; la forma también hace a los contenidos que van contra el poder o contra cosas que no nos hacen sentir cómodos", dijo Alexis, con una bandera en la que ondeaba la cara del Che.

Limitaciones económicas y falta de oportunidades encabezan la lista de las "incomodidades", explicaron los jóvenes, y señalaron que ese tipo de frustraciones tienen un vehículo especial en el rock. "Porque expresa la impotencia", enfatizaron, y dijeron que la ropa, los tatuajes y los cortes de pelo son una de las maneras de salir del lugar que la sociedad les tiene asignados casi como un sino.

Para los jóvenes, algunas de sus posturas tienen más contenido político que otras, pero lo que es seguro es que no se las puede obviar. "El hecho de que un gobierno provincial convoque a este recital es porque se ven obligados a tomar una cultura popular; está bien que lo hagan, es su deber hacerlo", aseguraron.

Según Maximiliano, de la Federación Juvenil Comunista, "no es necesario que los jóvenes digan que vinieron a un acto político, porque toda la estética y la cultura del rock es una forma de posicionarse frente al sistema", argumentó.

Para Pablo y Albertina, de la Juventud del Partido Comunista Revolucionario, el recital sirve para dar marco a la lucha por la impunidad de "ayer y de hoy, que se sigue profundizando; a los pibes les sirve y el gobierno provincial tendría que difundir más cuestiones sobre cómo fue aquel golpe de Estado".

"Sí, sabemos que este recital es para recordar lo que pasó con el golpe", dijeron a dúo Lorena y Verónica, que llegaron desde Acebal, y agregaron que estuvieron viendo "en la tele las cosas que habían pasado en 1976". Para Walter, que conduce el programa Más que Palabras, por una FM, "los chicos vinieron por las dos cosas: para rescatar la memoria y por la música; el rock siempre estuvo metido en todo esto".

Para el secretario de Cultura de la provincia, Jorge Llonch, el recital se gestó en torno al objetivo de reforzar la memoria a través de una estética contestataria. "No hay muchos grupos que en sus canciones transmiten lo que pasó en los años setenta, tal como hace Attaque", explicó. Y aseguró que los jóvenes son los más vulnerables para el olvido porque sólo dependen de lo que se les pueda transmitir.

Llonch destacó además, la importancia del formato a través del cual les llega el relato de la historia cercana. "En un video, Attaque, pasa imágenes del Cordobazo y el Rosariazo, por ejemplo", señaló. Y acotó que tener presente en los jóvenes la dictadura de los setenta es una forma de garantizar que aquella tragedia no se repita. En su opinión, la postura de Attaque 77 es de contenido político.
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Una multitud se congregó en Moreno frente al Paraná.

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