|
sábado,
11 de
marzo de
2006 |
El reciclado de basura sostiene en
Victoria a comedores comunitarios
Producen hortalizas y conejos para la cocina, mientras
un vivero aporta plantines para embellecer la ciudad
Lizi Domínguez / La Capital
Victoria.- En un complejo municipal autosustentable, en una zona de chacras sobre el camino a Gualeguay, funciona una planta de reciclado de residuos que produce materia prima para abastecer una huerta, un vivero y un criadero de conejos, que a su vez proveen de alimentos a los comedores comunitarios locales.
La planta, construida a mediados de 2004, selecciona la basura orgánica e inorgánica reciclable destinada a elaborar abono natural (compost) y leña con para esos emprendimientos alimentarios, que en conjunto forman una fuente inagotable de recursos.
Los residuos se originan del barrio que circunda la Abadía del Niño Dios y del complejo de 32 viviendas ubicado en el sector conocido como Cuarto Cuartel. En ambos lugares el municipio junto con docentes y alumnos del Instituto Privado John Fitzgerald Kennedy y de enseñanza inicial, EGB y polimodal realizaron el año pasado una campaña de concientización y educación para el reciclado de los desperdicios domiciliarios, luego de la cual se implementó la recolección diferenciada con resultados satisfactorios.
"Con el presente ciclo lectivo se retomarán las campañas en otras áreas a partir de la difusión de los beneficios que reporta evitar la contaminación, el fin último de la iniciativa", explicó el secretario de Obras Públicas, Luis Osvaldo Ríos.
El funcionario estimó que entre los dos sectores se recolectan unas diez toneladas diarias de basura, "a las que se suman las flores marchitas del cementerio y ramas que se recogen una vez al mes". El compost y la leña provienen de las podas domiciliarias cuyos desperdicios son clasificados por tamaño y ubicados en diferentes puntos.
En una primera etapa, las ramas y hojas se vuelcan en bateas donde se mezclan con otros residuos y se remueven periódicamente. Luego esta composición se esparce en silos rectangulares con lombrices, que terminan el proceso para obtener el abono del vivero y la huerta, como también para la fertilización de los espacios verdes públicos.
Mientras tanto, los troncos son secados y luego distribuidos en los comedores para los hornos de barro en los cuales se fabrica el pan de consumo diario.
Por otro lado, la huerta genera gran parte de la comida para los conejos, mientras la producción de hortalizas se envía a las guarderías municipales. Asimismo, en el vivero se obtienen los plantines que luego son plantados en paseos públicos.
En cuanto al criadero de conejos, el establecimiento cuenta con alrededor de un centenar ejemplares debidamente identificados y divididos en distintos sectores: reproductores, madres con crías y los de engorde. Estos últimos, una vez que alcanzan el peso adecuado son faenados y dispuestos para el consumo humano.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
La producción de abono orgánico es el comienzo de una cadena de recursos inagotable para el aprovechamiento racional de la basura.
|
|
|