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sábado,
11 de
marzo de
2006 |
Evo Morales sostiene primer encuentro con Condoleezza Rice
Valparaíso- El presidente boliviano, Evo Morales, quien se ha descrito a sí mismo como una pesadilla para Washington, dejó el sábado a un lado sus públicas diferencias con Estados Unidos y sostuvo su primera reunión con
la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.
Ansiosa por probar que Estados Unidos no tiene problemas con la creciente llegada al poder de líderes de izquierda en América Latina, Rice se reunió brevemente con Morales previo a la asunción de la presidenta chilena, Michele Bachelet, la primera mujer en ocupar el cargo en el país.
Morales y Rice se estrecharon las manos y sonrieron ante las cámaras antes de sentarse a conversar en una entrevista a puertas cerradas. Ninguno respondió las preguntas de la prensa.
El mandatario boliviano, conocido por su vestimenta casual, llevaba puesta una chaqueta de cuero negro y le regaló a Rice un charango o instrumento de cuerdas típico del altiplano sudamericano, al igual como antes lo hizo con Bachelet.
Dado que Bolivia es el tercer productor más grande de cocaína del mundo, después de Colombia y Perú, el principal tópico de la reunión fue la política del nuevo presidente para la erradicación de cultivos de coca, según funcionarios estadounidenses.
Antes de reunirse con Rice, Morales dijo que quería discutir una “lucha verdadera y efectiva contra el tráfico de drogas”, lo que no podría ser un “pretexto para controlar o recuperar poder político”.
Por su parte, Rice se esforzó por destacar que Washington deseaba ser un buen amigo de Bolivia y dijo que hasta el momento ha habido cooperación para combatir el terrorismo y las drogas.
“Tenemos una buena relación con Bolivia y queremos mantenerla”, dijo Rice a la prensa que viajaba con ella.
Morales ingresó a la política como el líder de los agricultores de hoja de coca y a Estados Unidos le preocupa que pueda permitir que se incrementen los cultivos en Bolivia.
Durante las elecciones, Morales amenazó con socavar los esfuerzos de Estados Unidos para reducir las plantaciones de coca, pero desde entonces ha instado a los agricultores a respetar la ley que limita la cantidad que cada familia puede
cultivar.
La siembra y venta de cantidades limitadas de hojas de coca es legal en Bolivia, pero Estados Unidos sostiene que éstas exceden su producción de la planta, el principal ingrediente de la cocaína, que finalmente termina en el mercado ilegal de las drogas.
Morales, que llegó al poder en enero, tiene estrechos lazos con Cuba y con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, amistades que inquietan a Washington respecto del gobierno del primer presidente indígena de Bolivia.
“Nosotros estaremos siempre abiertos al diálogo. Podemos hablar con el presidente (George W.) Bush, pero también con Fidel Castro”, dijo Morales a periodistas el viernes.
El sábado, Morales fue saludado con afecto por Chávez durante la ceremonia de transmisión del mando en el Congreso chileno.
A inicios de la semana, Morales acusó al ejército estadounidense de “sabotaje”, por haber suspendido los fondos para una unidad boliviana anti terrorismo sólo porque no aprobaba al comandante a cargo del contingente.
(Reuters)
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