Empate de fe

Argentino lo conquistó con un penal atajado

Mauricio Bártoli / Ovación

Lo ganaba y le empataron al final de la primera etapa. Casi lo pierde en el cierre del partido. Pero Carlos López se tuvo fe y se tiró decidido a atajar el penal en tiempo de descuento y con esa acción permitió que Argentino se trajera un buen punto en su visita a Luján.

Todas las emociones se concentraron en los minutos finales de cada tiempo. Desde el arranque, las acciones fueron de poco peligro cerca de los arcos. Sólo se vieron tiros desde lejos y algunos ingresos a las áreas sin suficiente convicción. En ese marco, debe destacarse la movilidad de Castillón que inquietó por todo el frente de ataque, aunque no terminó de lastimar.

El partido se abrió a los 38', cuando Ibáñez rompió un achique rival y se la dio a Sachetto, quien la punteó justo ante la salida del arquero y definió tranquilo con el arco a su merced.

A partir de ahí, el salaíto no retrocedió y estuvo cerca de aumentar en un tiro libre de Sandro Sánchez. Pero en el último intento antes del descanso el local igualó el score. El habilidoso enganche Oroná se fue por izquierda y su centro al corazón del área fue aprovechado por Maxi López (homónimo del ex River, pero morocho), que anticipó a Inza e infló la red.

Tras el descanso había que empezar de nuevo, pero casi nada fue interesante. Luján amenazó pero sus intentos siempre encontraron bien parados a los defensores albos para rechazar.

Las acciones de peligro llegaron a través del lujanero Barrientos; primero con un disparo que sopló un ángulo y luego, en tiempo de descuento, cuando parecía que el empate estaba sellado, el incansable volante mandó un centro y tentó a Basso a estirar su brazo dentro del área. El árbitro cobró penal; Módica recibió su segunda amarilla y dejó al equipo con diez.

Los locales festejaron a cuenta, pero... El arquero salaíto Carlos López sacó a relucir su fe religiosa y le detuvo el tiro a Pombo.

Así, la igualdad de visitante les dejó un sabor agradable a los de barrio Sarmiento, que llegaron en buen número a "la capital nacional de la fe", pero el propio arquero empañó el balance porque festejó groseramente su gran atajada y, tras el pitazo final se trenzó en una prepoteada verbal con Pombo que terminó con la expulsión de los dos.

Esteban Sachetto marcó el gol salaíto en cancha de Luján.