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domingo,
05 de
marzo de
2006 |
Entre hombres
Con la fuerza del viento
Desafiando las destrezas físicas con un continuo entrenamiento, Berenice Nale comparte con varones la tripulación del Fortuna III
María Laura Favarel / La Capital
No es común encontrar a una mujer en un velero en medio de una regata de yachting, un deporte casi exclusivo de hombres. Sin embargo, Berenice Nale corrió recientemente la regata Buenos Aires- Mar del Plata y es la única tripulante femenina del Fortuna III, el barco más moderno de la Armada Argentina.
Su pasión son los caballos, pero también el agua. Desde los 15 años navega y compitió en regatas internacionales. Esta rosarina es la única mujer argentina que corrió la Copa del Rey en Europa y ahora entrena para el desafío Buenos Aires - Montevideo.
La primera vez que subió a un velero fue a los 15 años. Allí despertó su interés, lo que la llevó a competir en regatas internacionales. Luego abandonó este deporte por 10 años. Recientemente el agua volvió a atraerla y armó una tripulación con la que navegó hasta Punta del Este. Allí conoció al comandante del Fortuna III, un velero que representa al país en regatas internacionales. Ella es la única tripulante mujer. Con este barco corrió la regata Buenos Aires - Mar del Plata y todo el circuito de Mar del Plata, obteniendo el segundo puesto por una diferencia de 13 segundos.
Mar adentro
Dentro del velero, ella hace la misma tarea que los demás. "Timonear lo puede hacer cualquiera, el desafío es manejarse con competencia y firmeza en un piso que se mueve constantemente", explica. "Al principio, me midieron para ver hasta dónde podía, porque tenían la idea de que la mujer a bordo no sirve porque no tiene fuerza física", relata. En este tipo de competencias "si faltan manos útiles no servís porque no puede haber peso de más", dice.
Pero Berenice estaba entrenada gracias a su trabajo con los caballos y pudo hacerlo muy bien. De allí que fuera elegida para integrar la tripulación de 17 personas del Fortuna III.
En los momentos cruciales de la regata, cuando hay que bajar o alzar las velas, todas las tareas de fuerza son en equipo. "La gran ventaja de ser mujer a bordo es que te cuidan abajo y arriba del barco. Son todos guardabosque", dice Berenice entre risas. "La relación entre los miembros de la tripulación es muy buena y se cuidan entre todos porque en la competencia, si alguno se cae o se golpea, perjudica a todos".
"Como aventura es excepcional y único", reconoce la deportista que se está preparando para correr la regata Buenos Aires-La Panela (un faro frente a Montevideo) ida y vuelta, de 30 horas de duración.
Ficha tecnica
Nombre y apellido: Berenice Nale
Edad: 30
Estado civil: soltera
Estudios: diseño gráfico
Trabajo actual: comerciante
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