Una sonrisa para el recuerdo

La noche más esperada por los amantes del cine está ya a la vuelta de la esquina. Y desde hace días, en las cercanías del Kodak Theatre, se trabaja intensamente para que la gala de entrega de los premios Oscar tenga el brillo y el glamour que merece el acontecimiento. Mientras los presentadores ensayan sus parlamentos, los obreros montan las escenografías y los candidatos escriben en secreto sus discursos de agradecimiento, los miles turistas que visitan Los Angeles a diario aprovechan para llegarse hasta el teatro para tomar contacto, aunque más no sea por unos minutos, con la agitación que por estos días se vive en Hollywood. Y, por supuesto, tomar una foto que inmortalice el momento.

Un grupo de turistas asiáticas no quiere dejar de llevarse un Oscar a casa, aunque sea en una foto.