El control de los boliches

Después de la tragedia de Cromañón nuestras salidas nocturnas cambiaron. Me sentía más segura en los lugares a los cuales asistía, sabía muy bien dónde encontrar la salida de emergencia, en el boliche se podía bailar porque había un límite de personas que podían ingresar y era imposible pasar las cadenas de la puerta sin la tan odiada frase de los patovicas: "Documentos, por favor". Pero parece ser que con el pasar de las noches los cartelitos que decían "prohibido el ingreso a menores de 18 años", "capacidad limitada" y "salida de emergencia" se fueron desgastando así como las ganas de los patovicas de pedir los documentos en la entrada. ¿Qué paso con las inspecciones de la Municipalidad a esos boliches? Por ahora, brillan por su ausencia.

Carla Hontiveros

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