Obras necesarias. Reclaman un acueducto que abastezca a la ciudad desde el río Paraná

Por efectos de la sequía, Tostado tiene agua sólo para un mes más

Hace cinco meses que no se producen precipitaciones en el norte provincial y se agotan las reservas

Silvia Carafa / La Capital

Tostado (Enviada especial).- Es mediodía, el cielo pesa, los remolinos de tierra ganan todos los espacios. No hace falta nombrar a la sequía porque está presente en cada uno de los aspectos de la vida cotidiana de la gente. Si no llueve antes de 30 días las reservas de agua se agotarán. Desde el mes de abril esperan que las nubes se abran pero siempre pasan sin traerles alivio, por eso ahora, junto a otras localidades vecinas decidieron cerrar filas para pedir por un acueducto. A cambio proponen desarrollar todo el potencial que encierran sus tierras y su gente.

La ciudad de Tostado es la capital del departamento 9 de Julio, en el extremo noroeste de Santa Fe. Se trata de un distrito extenso donde las unidades productivas no bajan de tres mil hectáreas, la mayor parte, aptas para la ganadería o campo mixto. "Estamos lejos de todos los centros", se lamentó el secretario de Gobierno, Luis Lapissonde, y aclaró que esa distancia "se siente" desde la salud hasta la producción.

A modo de ejemplo, explicó que para Tostado los fletes son más caros, como también es más difícil sacar la producción ya que esta actividad queda atada a las condiciones de los caminos que en su mayoría son de tierra. Tostado está a 150 kilómetros de Vera a través de la ruta 98, a unos 70 kilómetros de Villa Minetti por la ruta 95, y a 330 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.

"En varias oportunidades quedamos aislados, no se podía pasar porque los vehículos se empantanaban", comentó el funcionario. Y agregó que ahora, junto a la Universidad Tecnológica Nacional estudiarán un proyecto alternativo para las personas que no tienen recursos para movilizarse. La localidad tiene 14 mil habitantes y 108 años, pero les cuesta retener a los más jóvenes porque hay asignaturas pendientes en la infraestructura que no les permite desarrollar su potencial productivo.

Agua, salud, transporte y gas natural, encabezan las prioridades. "Hoy, ante una urgencia se deriva a los enfermos a Santa Fe, y a veces no hay ambulancia que alcance", explicó. En la actualidad se está construyendo un hospital que esperan tener listo antes de fin de año. Para Otmar Verwimp, gerente de la Cooperativa de Provisión de Agua Potable, Vivienda y Servicios Asistenciales de Tostado, el departamento 9 de Julio moviliza una cantidad importante de ganado y no es una región "para dejar de lado".

Además, dijo que esperan duplicar el actual millón de cabezas de ganado y convertir a ese lugar en un polo productivo. Al respecto señaló que los impuestos que allí pagan "no vuelven en la forma que tendrían que volver", Y puntualizó que la zona estuvo jaqueada por inundaciones o sequías. A pesar del rigor así planteado, es un lugar "que uno empieza a querer", manifestó.


Vivir sin agua
La gente del lugar vive como una falta a sus derechos, el no contar con agua para consumo humano en la cantidad y la calidad suficiente. Por eso piden un acueducto que se aprovisione en el río Paraná. "Teniendo esa fuente inagotable, no es posible que miles de personas no dispongamos de agua potable", explicó Verwimp. Además destacó que sin agua no tienen vida, ni futuro ni radicación de empresas, "ni siquiera le podemos pedir a nuestros hijos que se queden aquí".

En la actualidad, Tostado tiene dos fuentes de aprovisionamiento de agua: el río Salado y almacenamiento de agua de lluvia. Ambas variables condicionan la calidad de vida de los habitantes, en el primero de los casos porque desde la provincia de Santiago del Estero se maneja el curso de agua del Salado, con no pocas situaciones complejas como la recordada "Guerra del agua" que se vivió en 1996. Y en el segundo caso, por las sequías.

"Santiago del Estero nos corta el agua seguido porque tienen una represa muy importante a la altura de Colonia Dora, a 170 kilómetros de Tostado", relató Verwimp. Y explicó que en el curso santafesino del Salado se construyó un azud, que opera como un pequeño endicamiento, a fin de poder levantar el pelo de agua para poder bombear. En la actualidad ese líquido llega a través de un acueducto de siete kilómetros y que llega a la planta potabilizadora con una alta concentración de sal.

El agua de la napa freática, además de ser salina, en un 90 por ciento está contaminada con el líquido de los pozos ciegos, sin contar con la contaminación debida al arsénico. "Esa es la triste realidad", explicaron los vecinos. La Cooperativa potabiliza el agua a través del sistema de ósmosis y el líquido así obtenido se distribuye entre la población para consumir a través de bidones, Quienes no pueden pagar el agua se aprovisionan a través de 50 canillas públicas.


La guerra
En el año 1996, Santiago del Estero había cortado el curso del río Salado porque la utilizaban para regar. En aquel momento el agua que salía por la red tenía un grado muy alto de sales y la policía vigilaba los pozos. "Con un grupo de amigos organizamos el corte de la ruta 34, pero los santiagueños se enteraron y nos esperaron con camiones cargados con palos", relató Verwimp. Y explicó que la situación se descomprimió cuando encontró a un periodista amigo de Santiago del Estero que calmó a sus comprovincianos. Todo esto ocurrió frente a la prensa de buena parte del país, comentó.

Los pequeños cursos de agua ya muestran los efectos de la sequía.