Córdoba continúa en picada

Un limitado Sportivo Italiano lo goleó 4 a 1 en el Gabino Sosa y sus hinchas se fueron calientes

Domingo Celsi / La Capital

"Esto fue un mamarracho", dijo Santiago Pezza y no se equivocó. El presidente de Central Córdoba graficó en cuatro palabras el sentimiento de los hinchas charrúas que se fueron masticando bronca por la pobreza de un equipo que parece haber perdido definitivamente el rumbo. Si un conjunto limitado como Italiano por momentos se pareció al Barcelona de Ronaldinho, Eto'o y Messi, no fue por sus virtudes sino porque los charrúas le facilitaron demasiado la tarea a punto tal de que antes de cumplirse cinco minutos de juego, los azzurros ya habían tenido tres oportunidades claras de gol, penal incluido y no sancionado por Azpiolea para la visita.

En la previa, el duelo con Italiano parecía una buena oportunidad para volver al triunfo, pero en la práctica todo se derrumbó. De entrada fueron los azzurros los que se hicieron con el control del terreno y la pelota y el partido se jugó en el ritmo que ellos proponían.

Manejando el partido a su antojo, Italiano logró el primero cuando Verdún recogió un rebote en el travesaño tras un remate de Daniel Fernández. Para colmo el segundo llegó enseguida, esta vez a través de Fernández 2-0 y juego terminado.

En el segundo tiempo nada cambió y más allá de que Córdoba por momentos haya logrado achicar las cifras, sólo fue un espejismo porque Italiano nunca perdió el control y lastimó hasta que sus hombres prefirieron no arriesgar más de la cuenta porque de proponérselo la diferencia pudo haber sido aún mayor.

Nadie duda que Central Córdoba tiene un plantel como pelear un ascenso, pero también todos tienen muy en claro -algunos jugadores incluso lo reconocen- que a este barco le hace falta un capitán con experiencia y que si esto no se modifica pronto los charrúas van a terminar como el Titanic.

Las fechas van pasando y Córdoba continúa descendiendo en la tabla de posiciones y por lo visto ayer el futuro aparece más complicado que el presente, ni que hablar cuando tenga un equipo en serio en frente y para colmo de males, su entrenador en lugar de hacer autocrítica, prefiere achacarle sus errores a los periodistas. Así, es imposible salir adelante.

Los charrúas tuvieron una tarde negra.