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domingo,
02 de
octubre de
2005 |
"Tatuado" se llevó el premio al mejor filme en el festival de Biarritz
La película de Eduardo Raspo cuenta la historia de un joven que hace un viaje en busca de su identidad
La película argentina "Tatuado", de Eduardo Raspo, ganó ayer el Gran Premio al mejor largometraje en la 14ª edición del Festival de Cine y Culturas Latinoamericanos de Biarritz, que se realizó en esa ciudad del sur de Francia.
El jurado oficial, entre quienes se encontraba el cineasta argentino Pino Solanas, eligió a la obra de Raspo, la historia de un joven en busca de su identidad, como la mejor película del certamen francés.
La película de Raspo, que se estrenará próximamente en Argentina, ya había competido este año en la sección oficial del Festival de Mar del Plata y recientemente ganó el Premio Iris de Plata al mejor guión del Nuevo Festival Internacional de Cine de Montreal, en Canadá.
Otra de las películas argentinas que competían en Biarritz -pero que esta vez no obtuvo ningún galardón- era "Iluminados por el fuego", de Tristán Bauer, que llegó a esa coqueta ciudad francesa desde San Sebastián (España), donde había ganado el premio especial del jurado.
Sobriedad y verosimilitud
El premio del jurado fue para "Noticias lejanas", del mexicano Ricardo Benet, mientras que el chileno Julio Jung, protagonista de "Cachimba", de Julio Caiozzi, recibió el premio al mejor actor. El premio a la mejor actriz se lo llevó Roxana Blanco, por su papel en "Alma mater", del uruguayo Alvaro Buela.
En "Tatuado", Raspo apuesta a una gran sobriedad y verosimilitud para narrar la historia de un adolescente que indaga en el pasado de su madre muerta y, al mismo tiempo, realiza la búsqueda de su propia identidad.
Protagonizado por Nahuel Pérez Biscayart -una promesa actoral, a quien se puede ver también en "El aura", de Fabián Bielinsky-, Luis Ziembrowsky y Jimena Anganuzzi, el filme plantea una narración sobria y despojada, donde lo más importante es el proceso de transformación interior de los personajes y la forma sutil en la que los actores la representan.
Afectado por la muerte de su madre, que lo abandonó cuando sólo era un niño, Paco (Pérez Biscayart) necesita imperiosamente saber más cosas sobre ella y un día decide escapar junto a su novia (Anganuzzi) para buscar rastros de su pasado en un pueblo de La Pampa, donde cree que encontrará las respuestas a sus preguntas más íntimas.
Pero su padre (Ziembrowsky) sale a buscarlo y, con cierto temor a descubrir las verdaderas razones de la desaparición de su ex mujer, ayuda a Paco a recorrer el difícil camino de pozos y vallas emotivas que, finalmente, lo conducirá a conocer la verdad y poder asumir su propia identidad.
La película fue filmada en video digital de alta definición (luego ampliada a 35 milímetros) en la localidad bonaerense de San Antonio de Areco, donde Raspo y su equipo reconstruyeron -a través de la puesta de cámara y una fotografía basada en el claroscuro- un pueblo inexistente de la provincia de La Pampa. (Télam)
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Fotos
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Nahuel Pérez Biscayart es el protagonista de la película.
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