La peregrinación a Luján comenzó con críticas

La masiva demostración de fe se inició con una fuerte advertencia de la Iglesia sobre la campaña electoral

Con un fuerte llamado a "defender la vida" y una crítica a la campaña electoral, comenzó ayer al mediodía la 31ª peregrinación a pie a la basílica bonaerense de Luján con una masiva concurrencia de jóvenes de todo el país.

"Madre, enséñanos cómo cuidar la vida, cuando los que tienen que esperar y tener paciencia siempre son los pobres. Enséñanos qué hacer cuando los tiempos de la política no coinciden con la hora que viven los más indefensos y vulnerables", dijo el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario para la juventud, monseñor Jorge Lozano.

El obispo realizó al mediodía la bendición de los peregrinos en el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, donde familiares, sobrevivientes y amigos de la tragedia de Cromañón sacaron del templo la imagen de la Virgen que encabezará la marcha hacia Luján.

La imagen cabecera se unió hacia el mediodía con el cuerpo principal de la marcha en la avenida General Paz y Rivadavia para continuar el rumbo hacia Luján, donde se prevé llegará esta mañana a primera hora.

"Enséñanos qué hacer cuando el calendario electoral marca qué verdades han de esperar tiempos propicios. Nos duele constatar que las verdades estén atadas o encadenadas a las encuestas. Lo que mide en las encuestas se tiene en cuenta, lo demás se posterga", advirtió Lozano.

En su mensaje, el obispo destacó el lema de este año "Madre, enséñanos a cuidar la vida" y explicó que, al elegirlo, los jóvenes "tenían en su corazón y su mente los atropellos a la vida, especialmente a los que murieron en Cromañón y los anhelos de verdad y justicia de sus familiares, amigos y sobrevivientes".

Asimismo, instó a que como sociedad aprendamos a "cuidar la vida de punta a punta" y consideró que "la falta de futuro y de trabajo, la inequidad social, la desigualdad en las oportunidades, sumergen a la vida en un pozo sin salida".

"La violencia provoca muerte, destruye vida. La indigencia, la droga, el alcohol, golpean a la vida", dijo y añadió: "La mentira, la corrupción, la injusticia, el odio, son instrumentos de muerte. La exclusión, la discriminación, el sectarismo, el desprecio hacia pocos o muchos debilitan la vida y le quitan fuerza".

Dijo también que "cuando decimos que vivimos una crisis moral, decimos que hay confusión y desorden. Se confunde la verdad con la encuesta, la belleza con el maquillaje, el bien con la conveniencia".

Según informaron los organizadores, durante el camino hay puestos de asistencia para atender gratuitamente a los peregrinos cada 500 metros, a partir de Merlo.

La misa central en Luján es esta mañana a las 7, presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, y concelebrada por los obispos de la región.

El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Jorge Bergoglio, no será esta vez de la partida ya que se encuentra en el Vaticano, para participar del sínodo de la Eucarística que comenzará en los próximos días.

Favorecidos por un día primaveral, sin viento y bajo un cielo puramente azul, miles de jóvenes partieron del popular santuario de San Cayetano hacia la emblemática Basílica de Luján, en una de las mayores manifestaciones de fe del país.

Pablo, Catalina, Juan, Gregorio y Amanda, de la ciudad bonaerense de Pergamino, señalaron que caminaron mucho "para tocar a la Virgencita y de rodillas darle gracias por todo" lo que le pidieron y les concedió.

"La Virgen ha sido muy buena con nosotras", dijo Eliana, una joven boliviana, residente en el país que junto a unas amigas se aprestaba a participar de la larga caminata.

Algunos en silencio, otros con mayor algarabía, jóvenes y no tanto se congregaban en el lugar alentados por su profunda fe a la Virgen.

También estaban los que llegaban solos, pero esa aparente soledad no lograba extenderse más allá de unos minutos, ya que al advertirlos los pequeños grupos de fieles, se acercaban para integrarlos y peregrinar juntos.

La devoción era prácticamente el común denominador que reunía a los presentes, como también cumplir una promesa, agradecer y pedir a la "Señora, salud y trabajo". (Télam)

Jóvenes de todo el país participan de la marcha.