|
domingo,
02 de
octubre de
2005 |
Prosperidad. La pesca, el turismo y el campo son las principales actividades
Las Malvinas disfrutan una bonanza
económica como efecto de la guerra
Las Malvinas de hoy son totalmente diferentes de aquellas islas que en 1982 fueron el centro de atención mundial por la guerra entre Argentina y el Reino Unido. Para sus habitantes, la principal consecuencia del conflicto bélico fue el descubrimiento de un potencial económico que estaba inexplorado y que hoy se traduce en una situación de particular prosperidad.
En 1982 la actividad económica de las Malvinas parecía reducirse a la cría de ovejas. El entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, las llamó "pedazos de roca y tierra por allá lejos". Se necesitó una guerra para explorar el potencial económico de estas tierras, que tienen la mitad del tamaño de Gales pero con menos de 3.000 habitantes.
"Antes de 1982, las islas eran fundamentalmente pobres", dijo Julian Morris, de la Corporación para el Desarrollo de las Islas Malvinas, quien señaló que los isleños trabajaban mayormente para el gobierno, la mayor compañía de la isla, o en veinticuatro grandes granjas dedicadas a la cría de ovejas.
Cuando los británicos forzaron a Argentina a rendirse 74 días después de su desembarco, Londres tuvo que sellar su compromiso con el futuro de las islas como territorio británico de ultramar mediante la fundación de una economía moderna.
Actualmente, el ingreso per cápita es de 25.000 libras anuales (44.000 dólares), más que cualquier otro país de América latina y casi igual que el de Estados Unidos. Y el desempleo no existe.
Los habitantes de las islas Malvinas solían trabajar sólo hasta las 16. Así les quedaba suficiente luz diurna para conseguir la turba necesaria para calentar sus hogares y preparar la comida.
Hoy son pocos los que queman turba en sus hogares, pero el horario laboral de 8 a 16 continúa y resulta muy útil a los numerosos isleños que tienen dos o tres trabajos para aprovechar la prosperidad de una economía sustentada en la pesca, el turismo y el campo.
Si se llegase a encontrar grandes yacimientos de petróleo en la plataforma submarina, como muchos predicen, entonces no habrá suficiente tiempo ni gente en el archipiélago del Atlántico sur para sostener la bonanza.
"Fue una suerte"
"Irónica y tristemente, la guerra fue una suerte para nosotros", dijo Jan Cheel, uno de los ocho consejeros legislativos que conducen las islas junto al gobernador designado por Londres.
El verdadero punto de quiebre se produjo cuatro años después de la guerra cuando el gobierno comenzó a vender licencias de pesca para operar en aguas de Malvinas, ricas en calamares ansiados por los japoneses y los españoles.
El boom del calamar llenó las arcas de los isleños y permitió la generación de un estado benefactor autosuficiente. Sólo el costo de mantener 2.000 soldados, a un valor de 194 millones de dólares anuales, es solventado por el Reino Unido de Gran Bretaña.
El sistema de pensiones de los isleños es financiado en su totalidad con una previsión de 141 millones de dólares.
Puerto Stanley, la principal ciudad, tiene una nueva escuela secundaria y el gobierno solventa una porción importante del costo a los estudiantes que viajan a estudiar al exterior en busca de una educación superior.
Si un habitante necesita más tratamiento médico del disponible en el hospital de última tecnología de la isla, entonces viaja a Chile a recibir asistencia privada de primer nivel o al Reino Unido, sorteando la odiada lista de espera del Sistema Nacional de Salud.
El problema actual es que la pesca del lucrativo calamar de Ilex cayó significativamente en los últimos años, y los científicos deben aún determinar si se trata de un fenómeno cíclico o permanente.
"La falta de Ilex en las últimas dos temporadas llevó a las personas a volverse más cautelosas sobre sus perspectivas", dijo Stuart Wallace, uno de los pocos residentes que ganó millones con el calamar.
Consecuentemente, el gobierno se volvió más austero en sus gastos y está realizando previsiones para el caso en que el calamar nunca se recupere. La pesca representa actualmente casi la mitad del Producto Interno Bruto anual de 124 millones de dólares, y el gobierno está buscando diversificar sus ingresos.
Así, el gobierno local trata de ayudar a los criadores de ovejas a apoyarse menos en el comercio de lana y más en la carne. A la vez fomenta el turismo: cerca de 40.000 pasajeros llegan cada verano en distintos cruceros.
El deber de invertir
Encontrar petróleo es aún un sueño y los isleños no quieren dejarse llevar por el entusiasmo después del fracaso de los planes de exploración de estas duras aguas en 1998.
En este segundo intento, los ingenieros canadienses deberán terminar a fin de año una serie de relevamientos sísmicos, y la exploración podría comenzar en el 2006 si es que logran conseguir una plataforma con la actual demanda de equipos que hay en el mundo.
"Hay una mayor probabilidad de encontrar algo en la cuenca norte de Malvinas debido al conocimiento adquirido sobre el sistema de hidrocarburos", dijo el concejal local Stephen Luxton.
Hay rumores de que el segundo mejor yacimiento de petróleo en rocas del mundo ha sido encontrado en esta dársena, pero las principales compañías del negocio no han mostrado interés. Incluso si hallaran crudo en cantidades suficientes, la industria debería enfrentar el llamado "factor Malvinas": su relativo aislamiento del resto del mundo, con muy pocas conexiones aéreas y marítimas.
Además, fuentes diplomáticas de las islas dijeron que el gobierno argentino ha enviado cartas a las petroleras advirtiéndoles que no inviertan en el lugar si no quieren correr el riesgo de perder sus derechos en la industria local de crudo. (Reuters)
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
La cría de ovejas es la actividad tradicional de las islas, pero la economía se diversificó.
|
|
|