La Mediterránea, preocupada por la competitividad

Patricia Martino / La Capital

"Los nuevos motores de 2005 y los desafíos de 2006" fue el tema que presentó Jorge Vasconcelos, investigador jefe del Ieral de la Fundación Mediterránea, en el marco del seminario anual de la sede Litoral de esa entidad, que hizo hincapié en el tema de la competitividad.

A proyectar el escenario de la economía argentina, Vasconcelos recordó que en el primer semestre del año la actividad creció casi un 9% porque "existe una política fiscal expansiva, la tasa de interés real es negativa a pesar de eso los depósitos bancarios crecen, se recupera el crédito para el sector privado, aumenta la entrada de capitales, se expande la actividad agropecuaria y la industria es remolcada por las exportaciones".

El analista aseguró que este escenario neutralizó las variables negativas, tales como "el impacto inflacionario sobre el poder adquisitivo, la creación de menos puestos de trabajo, el deterioro de los términos de intercambio y la suba de la tasa de interés de Estados Unidos".

"¿Por qué la economía argentina muestra signos de recalentamiento pese a que la tasa de desempleo se ubica por encima del 15%, cuando sta tendencia debería evidenciarse, como ocurre en Estados Unidos, cuando la variable pisa el 5%?", se preguntó Vasconselos y se respondió en la expansión que viene experimentando el gasto público. Sucede que entre 2001 y 2005 el gasto público aumentó un 95%, es decir que entre Nación y provincia este año llegará a 131 mil millones de pesos, y se estima un aumento del 10% para el 2006. Así, apuntó Vasconcelos, si el país piensa en mantener un tipo de cambio real alto el gasto público debe estar contenido, y parece que no es así.

"La moderación del gasto permitirá asegurar financiamiento, es posible que el año se pueda cerrar sin acuerdo con el Fondo pero en 2006 habrá que recurrir a tomar crédito", apuntó el economista.

Para Vasconcelos, una de las claves es aumentar el nivel de inversión. Estimó que este año el crecimiento sería del 7,4% y las inversiones del 15,5% pero sostuvo que deberían llegar al 23%. "En las grandes empresas se invierte menos que lo que amortizan sus balances y eso no es una buena noticia", advirtió.

Al hablar de capacidad exportadora y competitividad, Gabriel Sánchez, director de investigaciones del Ieral, destacó que ambas características pueden llegar "sin comprimir salarios" y subrayó que "no debemos parecernos a los países con bajos sueldos".

Antes que nada el investigador dejó en claro qué es la competitividad. A nivel empresa, sostiene que pasa por las inversiones en mejoras de productos y procesos para capturar porciones crecientes de mercado sin necesidad de comprimir salarios. A nivel país, entiende que tiene que ver con la calidad del ambiente económico e institucional para la atracción de inversiones y el desarrollo sustentable de las actividades productivas privadas tendientes a conquistar mercados.

Sánchez considera que para lograr contar con una capacidad exportadora se necesita, sobre todo, infraestructura tecnológica. En este punto, subraya que "el comercio que más crece es el que aporta ideas, el que tiene capacidad para incorporar conocimiento".

La agenda de construcción de infraestructura tecnológica que propone Sánchez menciona el apoyo fiscal y financiero a certificaciones y capacitación, la adecuación de programas públicos de financiamiento a tiempos y tipo de inversión requerida para cumplir con requerimientos técnicos, inversión público-privada en infraestructura tecnológica, dotar de carácter proactivo a instituciones públicasc como el Inti y el Senasa y efectivizar el cumplimiento de regulaciones domésticas para evitar la competencia desleal.