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domingo,
03 de
julio de
2005 |
La pelea por Santa Fe. Mañana a las 20 vence el plazo para la presentación de candidatos y el peronismo sigue en veremos
Al justicialismo se le cae el reloj
pero no consigue cerrar la nómina
Tras las negativas de Bielsa y Rosatti, al oficialismo se le complica la grilla para darle pelea a Binner
Joge Sansó de la Madrid / La Capital
De respetarse el plazo, como se dice que ocurriría, antes de las 20 de mañana el PJ santafesino deberá tener diseñada su grilla oficial de postulantes a diputado nacional para las internas del 7 de agosto y las generales del 23 de octubre próximos.
Aunque ayer se supo que el actual defensor del Pueblo, Carlos Bermúdez, mantiene su reticencia a integrar la lista y que el actual ministro de Obras Públicas, Alberto Hammerly, se niega a encabezarla, hasta las 20 del lunes se cumplirá una de las más caras tradiciones del peronismo en estos trámites: subirán y bajarán candidatos como minutos tengan las horas y la atmósfera se modificará tantas veces como vueltas den las agujas del reloj.
Esta instancia permite, además, desplazar de la atención pública el cariz de las negociaciones secretas y tensas, tal como se mantienen desde las negativas de María Eugenia Bielsa y Horacio Rosatti a prestar sus nombres a la nómina de postulantes.
La Casa Rosada insiste en hacer caer el peso de la lista en la imagen de Carlos Reutemann, a la que consideran la plusvalía del capital político que el PJ posee en Santa Fe. La dificultad radica en que el senador no está del todo dispuesto a aventurarse más allá de lo necesario en pos de un resultado electoral que, de ser positivo, será leído primordialmente como un plebiscito a la gestión presidencial, pero que si es adverso (posibilidad latente en las encuestas que marcan un arranque arriba de los candidatos del opositor Frente Progresista Cívico y Social) será endilgado exclusivamente a la dirigencia peronista provincial, con él a la cabeza.
La última visita presidencial a la ciudad de Santa Fe importó la aparición mediática del rumor de que Reutemann encabezaría la lista de diputados. Una opción descartada con enojoso fastidio por el propio involucrado en forma inmediata aunque cuidándose de decir que en su fuero íntimo atribuyó la especie a los hombres de Néstor Kirchner, quienes de ese modo le habrían evidenciado su verdadero plan.
Las restantes estrategias serían derivaciones del mismo objetivo surgido de un silogismo del que no se apartan los hombres del presidente. Es necesario asegurar el triunfo y se parte de condiciones de desventajas, por lo que se impone apelar al mejor capital posible: el caudal de adhesiones que concita el Lole, dentro y fuera del peronismo. Recuerdan que sigue siendo el hombre más votado de la provincia, incluso por encima del socialista Hermes Binner, el favorito en las encuestas para octubre.
Con esta lectura, Kirchner recibió días atrás al senador santafesino. Aunque no se sabe si hablaron abiertamente de tal estrategia, Reutemann siguió a posteriori haciendo conocer su negativa a participar como candidato en la contienda legislativa, pero desde la Rosada redoblaron los esfuerzos en la búsqueda de nombres que imprimieran en la lista su sello personal.
Así, el del actual ministro de Obras Públicas de la provincia, Alberto Hammerly, comenzó a ser pronunciado en Buenos Aires y en Santa Fe, aunque con aspiraciones diferentes. Mientras desde la metrópoli enumeran las tres cualidades que lo harían el hombre ideal para encabezar la lista, en Santa Fe se llegó a insinuar que el Lole mismo saldría a despegarse públicamente de ser necesario.
Amenaza improbable
Se trata de una amenaza improbable, que sería catastrófica si se da, pero se evidencia como eficaz para contener las presiones de los negociadores presidenciales, quienes se cuidan de no espantar al senador y quedarse sin su empuje, que -aun por interpósita vía- consideran vital y le consagra a Reutemann una capacidad de veto en el armado de lista que convierte a su opinión en insoslayable.
La negociación se disimula en términos de estrategia. La Casa Rosada argumenta que es necesario consolidar el triunfo del PJ en la ciudad de Santa Fe y su zona de influencia para entonces buscar mitigar la pata ancha que hará la oposición en Rosario.
Se trata de una ecuación que en otras oportunidades le diera resultado al oficialismo. Por ende, solicitaran que la cabeza de la lista sea un hombre de Santa Fe, y en el caso de Hammerly argumentan que reúne el plus de ser públicamente identificado con Reutemann (fue su candidato a gobernador) además de ser actual ministro de Jorge Obeid, con lo que también -al menos para el gran público- mostraría al gobernador en la partida, y cuenta con una estructura propia extendida en toda la capital provincial.
Desde Santa Fe se replica con la necesidad de operar de modo inverso: dar la batalla en Rosario aprovechando la fuerte impronta que tiene el presidente Kirchner en esta ciudad, la única en condiciones de competir con el handicap con que cuenta el socialismo.
Por eso es que proponen que la lista sea encabezada por un rosarino. De este modo le reclaman al presidente un nivel de involucramiento en la campaña proporcional al que se le reclama a Reutemann, y de allí que el propio Lole haya sondeado a Carlos Bermúdez y, se dice, hasta elevara su nombre.
Las novedades de última hora, junto a la confirmación de que el intendente de Rafaela, Omar Perotti, no integrará la lista y de que el nombre de Héctor Cavallero, aunque contemplado, no se es pensado como primero por su condición de extrapartidario, que siguen estando entre los potenciales postulantes el santafesino Julio Gutiérrez y los rosarinos Norberto Nicotra y Agustín Rossi, son las aseveraciones de que el actual defensor del Pueblo mantiene su reticencia a participar y que Hammerly se niega a encabezar la lista.
Sin embargo, tampoco se puede descartar que estos mismos datos, pero de modo inverso, puedan constituir las novedades de las próximas horas.
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Fotos
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Reutemann y Kirchner aún no pudieron consensuar una lista para Santa Fe.
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