"Puede ser una forma de democratizar la vestimenta"

La directora de la carrera de Diseño de Indumentaria del Crea confía en las leyes que imponen ensanchar los talles

María Elena Lucero tiene una particular visión del mundo de la moda. Es artista plástica, coordina la carrera de Diseño y Producción de Indumentaria del Centro Rosarino de Estudios Avanzados (Crea) y es docente de historia social del arte y del traje. Desde esta perspectiva, asegura que la produción de "talles chicos" es sólo la punta de un problema mucho más complejo, íntimamente relacionado con un modelo de belleza asociado a la delgadez que "todavía repercute fuerte en la conciencia femenina". De todas formas, Lucero considera que leyes como la aprobada en Buenos Aires o la que se discute en Santa Fe pueden pensarse como una forma de democratizar la vestimenta.

"La producción de talles chicos obedece a ciertas premisas que están instaladas en el mercado internacional desde hace tiempo", advierte la profesional, y recuerda la década del 90 "cuando en las grandes pasarelas abundaron modelos hiperflacas, casi anoréxicas". Los mismos parámetros físicos que recalaron en las revistas especializadas y las campañas publicitarias "y fueron muy introyectados por las adolescentes. Entonces, en realidad se da un juego recíproco, porque las fábricas producen talles chicos pero también las adolescentes y otras que no son tanto, mujeres más bien adultas, son las que los solicitan", advierte.

-¿Realmente son estos talles los que tienen más demanda?

-Yo he escuchado más de una vez a los empresarios de vestimenta decir que los talles grandes no son pedidos. En esto hay una complejidad grande que tiene que ver con mecanismos sociales: están los íconos sociales y los parámetros físicos que demandan estos íconos, los estudios de mercado que indican cuál es el target de la población que va a consumir determinado tipo de prendas y qué espera de ellas. Y todo esto deriva en el diseño y la producción de talles chicos.

-¿Y para cortar esta cadena por dónde se puede intervenir?.

-Hay que hacer una correcta educación con la nutrición en las adolescentes. También una concientización hacia los jóvenes desde el campo del diseño porque el tema de la delgadez, y por ende del talle chico, es en definitiva una moda. Y aún en el siglo XXI, en que la mujer ha ganado mayores espacios, el tema de la belleza asociada a la delgadez es algo que todavía esta repercutiendo muchísimo en la conciencia femenina.

-¿Se pueden esperar cambios con la sanción de una ley de talles?

-Se llega a esta instancia de la ley por dos razones: por la imposibilidad de las adolescentes de físicos más voluminosos a acceder a ropa de diseños actuales, pero también porque esto podría influir en los modos en que las adolescentes se relacionan con el propio cuerpo. Creo que la norma es acertada en tanto contribuya a diluir y anular las presiones sobre las tipologías físicas de las adolescentes. Así, la ley puede llegar a pensarse como un modo de democratizar la vestimenta.